Adiós maldito 2.010, adiós... Séneca.


 30 de diciembre del fatídico 2010, por fin parece que se va un año que se nos estaba haciendo interminable. Este ha sido el año del fin de las "anfetas" (hago mía la terminología del profesor Niño Becerra) que sustentaban nuestra frágil y dañada economía no haciéndonos conscientes de como andaban realmente nuestras cuentas. Ha sido este el año en el que la izquierda española devoró sus propios dogmas ante su fracaso y tuvo que poner en práctica medidas opositoras  (esas que nunca ofrecía el P.P según Pepiño y otros talibanes socialistas) obligada por una Europa que nos mira asustada a sabiendas de que su futuro económico podría depender de nosotros.


Este horroroso año podría pasar a la historia por el dantesco porcentaje de paro que asola nuestro país, por lo incipiente del descontento popular, coronado por una huelga general (que ha sonado a paripé de sindicatos y gobierno) que amenaza con desbordarse este año que entra, por la destrucción del tejido empresarial incapaz de  sacar cabeza de los lodos debido a la alta carga impositiva y al deterioro de los mercados, por la desconfianza de los parquets bursátiles ha seguir adquiriendo deuda española por la poca credibilidad y el mucho miedo que inspiran nuestro gobierno y datos económicos, por los fuertes recortes sociales que ha sufrido nuestro Estado de Derecho y Bienestar ect... pero yo me quedo con la descomposición política del PSOE como dato más relevante del presente año que acaba.


Y es que es ya comentario común, en las entrañas del partido fundado por Pablo Iglesias, la necesidad de sacudir el Zapaterismo del socialismo. Si el desastre electoral que prevén todas las encuestas se consuma en las autonómicas que abrirán el 2.011 (Andalucía, Madrid, Castilla la Mancha, ect) y suceden tal como vienen sucediendo desde las europeas del 2.008; el socialismo zapateriano habrá recibido su acta de defunción y acudirá a las generales del 2.012 como cadáver político en franca descomposición. Pero todo esto no es desconocido por Zapatero que no ha tenido más remedio, ante ello, que recurrir a la coronación de su delfín Rubalcaba antes de tiempo para poder parapetar tras la credibilidad del político cántabro la legitimidad de su gobierno.


Y no crean que me alegro de este dato... yo soy de los que piensan que el socialismo solidario de Lech Wallesa o el moderno socialismo reformista por y para el pueblo de Tierno Galván hubiesen sido modelos adecuados para afrontar estos tiempos que nos han sacudido... y no la pantomima descafeinada de lo que predicaba el socialdemócrata Olof Palme que ha practicado Zapatero. Zapatero pasará a la historia por la traición ideológica a la que sometió al neo-socialismo español surgido en Suresnes y su pueril incapacidad como político... es Zapatero, sin lugar a dudas, el peor presidente que hemos tenido en más de 30 años de democracia. La disidencia, con Zapatero al frente, se ha legitimado actualmente en el partido socialista y cada vez son más numerosos los miembros que la practican... todo esto me hace llegar a la conclusión de que el partido socialista debe de reinventarse puesto que una España sin un partido fuerte de centro-izquierda no es concebible por mí tal como entiendo nuestro país.


Os dejo un muy buen artículo al respecto de José Antonio Gundín y os deseo un feliz y próspero 2.011 mis queridos pensadores ibéricos.   



Zapatero llega al "colorín colorado, este cuento se ha acabado". J.A Gundín

 La confidencia navideña sobre su destino político ha disipado las dudas que había en el PSOE de no contar con él. El socialismo, huérfano de un liderazgo sólido, vive el fin de una etapa. 

Con José Montilla de cuerpo presente, calcinado en la hoguera de la izquierda infiel a sí misma, la confidencia de Zapatero sobre su futuro político adquirió solemnidad bíblica: "Uno de vosotros sabe mi destino". Le faltó añadir: "Aquel que me bese, ése es". Pero no parece que haya cola para besar a Zapatero. Más bien todo lo contrario, si hemos de prestar oídos al murmullo que asciende desde la sala de máquinas del PSOE. 


 Ya no es solamente José María Barreda el que, viendo peligrar su cabeza ante el avance de Cospedal, sufre ataques de ansiedad cada vez que le nombran al presidente del Gobierno. También en Andalucía, donde Griñán cultiva la compañía de Felipe González para contrarrestar las malas influencias, cunde el pánico; y en Aragón, y en Barcelona, y en Sevilla...


 Pero nadie lo ha expresado con tan abierta crudeza como el grupo de presión que lidera Alfonso Guerra, quien ayer mismo colgaba en la web de su fundación un artículo de Félix Tezanos con frases tan significativa como ésta: para remontar electoralmente, el PSOE necesita hacer cambios importantes en el liderazgo porque "eso es lo que desea en estos momentos la inmensa mayoría de los afiliados y lo que más conviene a la situación política de España". La rebelión en los cuarteles socialistas crece con el paso de los días y hasta José Bono se permite abrir espacio en el Club de la Comedia para sacar liebres de la chistera, repartir golosinas y lanzar puñalitos con el filo envenenado.


 Todo ello configura un aroma a descomposición que se cuela inevitablemente por las rendijas más insospechadas, y así suecede que una reforma emblemática, como la "Ley Sinde", naufraga estrepitosamente debido a la falta de coordinación entre Rubalcaba, Jáuregui y Alonso. Unos por otros, la iniciativa fue tumbada con estrépito en el Congreso, dando la sensación de que el Gobierno ya no puede controlar la reacción de sus interesados aliados del PNV y de CiU. 


 Más allá de la trascendencia que pueda tener la "Ley Sinde" para poner coto a la piratería en internet, el fiasco del martes es una muestra del fin de etapa que vive el socialismo gobernante, agobiado por una crisis que no sabe combatir y huérfano de un liderazgo sólido y creíble. Dan la imagen de quienes han bajado los brazos y ya sólo aspiran a que la derrota de mayo no adquiera proporciones apocalípticas.


 En esta tesitura, el prometedor papel de Rubalcaba también se desdibuja. Lejos de adquirir el brillo y relumbrón que le pronostican las malévolas lisonjas de Bono, de nada le sirve a la "liebre eléctrica" sortear a los galgos, que viaje a Afganistán, replique a Soraya o le salve la cara a Salgado, si en el momento más inoportuno llega Zapatero y le hace la zancadilla. Si a alguien ha perjudicado de verdad la confidencia navideña ha sido a Rubalcaba, que le ha destrozado el libreto y ha estimulado el apetito de sus adversarios dentro del partido.


 La conclusión de todo ello es que la incógnita sobre la decisión de Zapatero carece de relevancia política: simplemente, ya nadie cuenta con él. Podrá escoger como un privilegio el día en que lo proclame, pero el contenido del anuncio que todo el mundo está esperando, sus amigos y sus enemigos, sólo es uno: "Me voy". 


 Por más que algunos de sus irreductibles se postulen como escudos humanos hasta el último segundo, los coroneles del PSOE ya no están dispuestos a que Zapatero les comande en las próximas generales y les conduzca a una carnicería. Si tenían alguna duda hasta ahora, se la disipó la confidencia navideña del lunes a los periodistas. Como dijo días atrás un eminente socialista con fama de coñón: "Colorín colorado, este cuento está acabado".

*José Antonio Gundín, nacido en el barrio de Flores del Sil de León, y en la actualidad, subdirector y jefe de la sección de Opinión del diario madrileño La Razón , tras su paso por el mítico diario Pueblo , El Ideal Gallego , el Ya y más recientemente al frente de la sección de Cultura del ABC

Comentarios

Entradas populares