España no es nadie en el mundo. Séneca

"Clinton no me pareció todo lo entusiasta que me hubiese gustado. Si los aliados no nos ayudan, mañana pueden ser ellos quienes sean expropiados". José Manuel Margallo. Ministro de Asuntos Exteriores español.


 El desplome país que ha sufrido nuestra nación en los últimos años se ha visto finalmente reflejado en el apoyo diplomático recibido por el Gobierno español respecto al expolio de YPF. Ninguna potencia occidental va a posicionarse claramente a favor de España en su contencioso con Argentina. Así se desprendía de las palabras de José Manuel García-Margallo, Ministro de Exterior español.



El Gobierno español, pues, teme quedarse solo en su ofensiva diplomática contra Argentina, después de las tibias reacciones a la expropiación de YPF que han llegado de algunos Gobiernos extranjeros. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que "España se espera el apoyo de sus aliados". En este sentido, Margallo les advirtió de que "si no nos ayudan, mañana podrían estar ellos en esta situación".




MERCADO
Asimismo, el titular de Exteriores se mostró crítico con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que se limitó a abogar por "un mercado abierto de la energía y los productos" como "mejor modelo de competencia". La reacción de Clinton "no me ha parecido todo lo entusiasta que me hubiese gustado", aseguró Margallo, que, sin embargo, se mostró satisfecho ante la suspensión, por parte de la Unión Europea, de una reunión bilateral que se hubiera tenido que celebrar el jueves y el viernes en Buenos Aires.


Según Margallo, "también han llegado reacciones importantes por parte de Chile y México", que expresaron con claridad su preocupación y contrariedad ante la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.



El ministro explicó que la expropiación es una "salida de emergencia" para distraer a la opinión pública argentina de la situación económica del país, que se encuentra "en la frontera del caos". De hecho, según Margallo, este plan se hubiera tenido que llevar a cabo el 1 de marzo y sólo la intervención del ministro de Industria, José Manuel Soria, evitó que sucediera. Fuentes del Ministerio de Economía coincidieron con la visión de Margallo, y aseguraron que "Argentina va camino de otro corralito".


MEDIDAS
El ministro de Asuntos Exteriores, que ayer por la mañana volvió a reunirse con el embajador de Argentina para abordar la crisis bilateral, no excluyó la posibilidad de que el Gobierno español tome medidas de carácter comercial contra el país.




En este sentido, indicó que el Ejecutivo "lleva mucho tiempo estudiando las medidas que haya que tomar", pero matizó que el plazo "es el que el Gobierno decida" y que, de acuerdo con lo que afirmó hace unos días la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, "las medidas se toman y no se anuncian".


¿Y qué dice Bruselas al respecto?


Bruselas, sencillamente, no tomará represalias.


Ni España, ni la Unión Europea pueden aplicar represalias comerciales, ni económicas, a las exportaciones de Argentina, prohibidas por las reglas de la Organización Comercial del Comercio (OMC). Para tratar de lograr alguna compensación a la expropiación del 51% de YPF, las autoridades españolas solo pueden ampararse en el contenido del acuerdo bilateral España-Argentina, explicaron ayer fuentes de la Comisión Europea (CE).

El retraso de la reunión del comité conjunto UE-Argentina de los días 19 y 20 de abril en Buenos Aires en respuesta a la expropiación, que Bruselas considera "ilegal" si no conlleva una compensación adecuada, es considerada como una reacción simbólica.

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La CE cree que, si Argentina sigue adelante con la nacionalización, los inversores huirán del país y por eso no es necesario tomar represalias. Esto constituye "una señal muy negativa a los inversores internacionales, que buscan estabilidad y previsibilidad, además de crear inseguridad jurídica para Repsol y otras compañías de la UE", dijo la portavoz de Bruselas.

El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, se declaró "seriamente decepcionado" por la noticia y recordó a Argentina su obligación de respetar sus compromisos internacionales y bilaterales con España. "La CE ya ha trasladado sus preocupaciones al Gobierno argentino y enfatizamos la necesidad de que se encuentren soluciones que no dañen el clima de negocio", declaró Barroso.

ACUERDO CON MERCOSUR
Entre las posibilidades que le quedan al Gobierno español está frenar las negociaciones o incluso vetar, en su momento, la conclusión del acuerdo UE-Mercosur. Esto enfrentaría a España no solo con Argentina, sino con todos los demás países negociadores: los miembros de la UE por un lado y Brasil, Uruguay y Paraguay, por el otro.


También se podrían suprimir las ventajas comerciales que la UE otorga a Argentina, como aranceles más bajos dentro del marco del sistema de preferencias generalizadas que se aplica a los países en vías de desarrollo y que para ese país expiran en 2013.

La UE representa el 50% de toda la inversión extranjera en Argentina, casi 50.000 millones de euros. El país latinoamericano aglutina el 0,5% del comercio de bienes de la UE, con unas exportaciones por valor de 8.300 millones.

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