Elecciones griegas (II): las dos formaciones con opciones y sus propuestas.

Llegó la hora clave para Grecia y para la eurozona. Los ciudadanos griegos están llamados a votar mañana por segunda vez en sólo dos meses -tras los intentos fallidos de conformar un Gobierno de unidad después de las elecciones de mayo- y con más responsabilidad y más incertidumbre que nunca. Responsabilidad porque de las elecciones legislativas depende nada menos que la permanencia del país en la eurozona y, por tanto, el éxito de la moneda comunitaria. E incertidumbre porque Syriza (izquierdas) y Nueva Democracia (derechas) llegan muy empatados en intención de voto.

El primer partido apuesta por renegociar de forma estructural los acuerdos a los que llegó el país a cambio del rescate financiero, algo que los analistas ven imposible y que abocaría a que Atenas saliera del euro. El segundo es más "europeísta" y sólo pide una flexibilización del camino hacia los objetivos fijados por Europa para que el país reciba la ayuda (hay que recordar que Grecia quebrará a final de mes si no recibe el próximo tramo de los préstamos externos).

La ley electoral griega determina un apagón demoscópico de 15 días, por lo que se hace casi imposible pulsar la intención real de voto de los griegos sin un margen de error abultado. Eso sí, las últimas encuestas recibidas por los partidos vaticinan un empate. El favorito venía siendo Syriza (que aún ganaba en algunos de los últimos sondeos), pero en la recta final ha ganado fuerza Nueva Democracia, que en las últimas encuestas aparece ligeramente por delante.

De hecho, de los siete sondeos recibidos ayer por la formación izquierdista, cinco dan un empate técnico entre los dos primeros partidos y otros dos señalan que ND se sitúa un punto y medio por encima en intención de voto, según la prensa ateniense.


Resultado de las fallidas elecciones de mayo.

Al final, parece claro que los dos principales partidos se moverán en una horquilla entre el 25% y el 30%. Hay que recordar que el ganador se lleva, de regalo, 50 escaños. Y Pasok se movería entre el 10% y el 15%. Así que Grecia no puede permitirse otra formación de Gobierno fallida. Que esa balanza se desequilibre mañana es fundamental -por supuesto-. Dependiendo de quién gane el horizonte de Grecia en la eurozona se despejará o se llenará de dudas. Los dos favoritos -Alexis Tsipras (Syriza) y Antonis Samarás (Nueva Democracia)- han prometido luchar por seguir en el euro, pero con distintos argumentos.

Antonis Samaras
Antonis Samarás en un cartel electoral.

La "europeísta" Nueva Democracia apela al miedo a la salida del euro, a la quiebra desordenada y abrupta. Por ejemplo, un anuncio electoral y televisivo de la formación conservadora muestra a una niña preguntándole a su profesor por qué Grecia no está en el euro. El maestro, apurado y melancólico, pone cara de póquer y no sabe qué contestar. Una voz en off dice: "No juegues con el futuro de nuestros hijos. El país necesita una solución responsable".

Alexis Tsipras en pleno mitin.

La coalición de izquierda radical Syriza apela a lo contrario: "¿Puedes recordar cuántas veces han tratado de asustarnos, diciendo que dejaremos Europa, volveremos al dracma, no podremos obtener el próximo préstamo, nos iremos a la bancarrota y la necesidad del próximo acuerdo de deuda para salvarnos? Tantas veces que ya no estamos asustados".

El eurodiputado de Syriza Nikos Juntis se mostró ayer convencido de la victoria de su partido y afirmo: "Grecia fue el primer país de la UE donde se aplicaron estos programas y por tanto, si Grecia da una señal de rechazo a estas políticas, el resto de pueblos de Europa también comenzará a rechazarlas", afirmó. "Un resultado como éste en Grecia puede cambiar la situación en Europa", apostilló.

Y tanto que puede cambiarla, porque Fitch avisa de que si Grecia sale del euro colocaría en vigilancia negativa el ráting de "todos los países de la eurozona" y de "unos 120 gobiernos locales y regionales".

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