Nuestra pesadilla continua, los mercados hacen caso omiso al canto de esperanza griego.

La tormenta de desconfianza que azota a España desde hace días se convirtió ayer en un tsunami. La prima de riesgo se disparó 46,5 puntos, hasta los 574,5 puntos básicos y se situó así más cerca del riesgo país de Irlanda (país rescatado en 2010) que del de Italia. La rentabilidad del bono a diez años superó por primera vez el 7%. Llegó a tocar el 7,28% durante la jornada y cerró en el 7,15%. Este nivel hizo saltar las alarmas, ya que es el que sirvió como detonante del rescate de Irlanda y Portugal.


El buen resultado de las elecciones helenas del domingo, que dio como vencedor a Nueva Democracia, partidario de que Grecia continúe en la zona euro, pasó de puntillas en el mercado. "La resolución de los comicios hizo mitigar el miedo en un primer momento. Pero todo el mundo se pregunta, ¿y ahora qué? Este resultado no varía el hecho de que la economía griega se encuentra sumida en un agujero sin una clara ruta de escape", explica Tristan Cooper, analista de deuda soberana de Fidelity.

ESPAÑA, CENTRO DE TENSIÓN

En este escenario, los inversores dirigieron sus miradas hacia España. Desde hace días, el mercado cotiza la falta de una solución clara para el rescate financiero, del que aún se desconocen numerosos detalles. "Entre ellos, cuál de los fondos europeos va ser el que desembolsará las ayudas", afirma Juan Pedro Zamora, analista de XTB. De tratarse del Mecanismo de Estabilidad (ESM por sus siglas en inglés), el acreedor europeo pasaría a tener prioridad sobre los inversores en deuda pública española.

Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, cree que el caso omiso del Gobierno de Mariano Rajoy a las recomendaciones del FMI, (tales como subir el IVA y rebajar el sueldo a los funcionarios), "no contribuye a inyectar tranquilidad", dice.


Los analistas coinciden en que España no puede seguir mucho tiempo con el nivel actual de la prima de riesgo y la rentabilidad del bono. Más en una semana en la que el Tesoro se enfrenta a dos emisiones de deuda, una de letras hoy, y otra de bonos, el jueves. "El mercado espera alguna actuación por parte del BCE para calmar los ánimos en forma de compras en el mercado secundario", dice Benavente.

Ayer, el ejecutivo alemán del BCE, Joerg Asmussendudan insistió en que la institución no está para suplir la inacción de los Gobiernos.

De todos modos, los inversores esperan algo más. "Es hora de que las medidas sean concretas, contundentes y acertadas porque si no se actúa ahora, luego puede ser demasiado tarde", afirma Pingarrón. Con este panorama, el euro cedió ayer un 0,44%, hasta los 1,258 dólares.

La cifra arrojó más dudas sobre la situación real de las entidades, "en un momento en el que siguen las quinielas sobre la cantidad que realmente necesitará la banca y que se conocerá el jueves, como muy tarde", señalan desde Capital Bolsa.


Con estos flecos abiertos, el Ibex fue el más penalizado de Europa: vivió su sexta peor sesión del año, al ceder un 2,96%, hasta los 6.519 puntos, en una sesión en la que se negociaron 2.254 millones, un volumen inferior a la media del mes (de 2.800 millones). Este escaso volumen se debe, según los expertos, a que muchos inversores están al margen del mercado por lo que pueda pasar.


El dato de la morosidad de la banca de créditos a particulares y empresas llegó en abril al 8,72%, máximos desde 1994, lo que penalizó también a la banca. Los bancos cayeron más de un 3,8% y Bankia fue el peor parado, al ceder un 9,02%. En 2012 ya se deja un 74,4%.

Por su parte, BBVA y Santander, se dejaron un 4,21% y un 5,47%, respectivamente. "El inversor está asustado al ver la rentabilidad del bono por encima del 7%, lo que puede acarrear un rescate soberano. Por ello, prefiere deshacer posiciones, especialmente en el sector bancario", afirma Julián Benavente, de CM Capital Markets.

Las constructoras también ocuparon el furgón de cola del Ibex. FCC, OHL y ACS cayeron más de un 2,2%, fruto de la desconfianza por su elevado endeudamiento. Por el contrario, sólo cinco valores acabaron al alza. IAG lideró los avances, al sumar un 3,5%, gracias a la caída del precio del Brent.

RESTO DE BOLSAS

El resto de índices de Europa se comportó mejor que el Ibex durante toda la sesión y terminó con tendencia dispar. El Cac francés cedió un 0,69%; mientras el Dax alemán subió un 0,3%; el Ftse británico, un 0,22%.

En Wall Street, el Dow Jones cedía un 0,2% al cierre de la sesión, mientras que el S&P 500 subía un 0,14%. La volatilidad reinó durante la jornada en EEUU y seguirá llevando la batuta al otro lado del Atlántico hasta la reunión de la Fed, del jueves.

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