El final de la cuenta atrás para el rescate soberano español.

La capacidad de la banca para comprar deuda se agota y aumenta la desconfianza del inversor extranjero. La prima de riesgo vuelve a máximos y sitúa su techo en unos aterradores 610 pb.


El Gobierno puso encima de la mesa lo que, supuestamente, le pedían los inversores: el plan de ajuste más duro de toda la Democracia con el fin de cumplir con el déficit público. También Europa intentó rebajar las tensiones con la hoja de ruta de la desesada unión fiscal y bancaria. Sin embargo, España vuelve a estar contra las cuerdas y el bono a diez años vuelve a superar la línea roja del 7%, concretamente el 7,3%.

El Tesoro español celebró el jueves la calificada por muchos como una de las peores subastas del año. No sólo en términos de precios, sino también por la demanda recibida. "La subasta de hoy ha sido una de las más comprometidas del presente año. Existe falta de credibilidad en las medidas que se están tomando y en las propuestas de la última cumbre", apuntan los expertos de Banco Madrid.

Colocó 2.981 millones mediante tres referencias con vencimiento en 2014, 2017 y 2019. Ofreció rentabilidades del 5,204%, 6,459% y el 6,701%, respectivamente, las más elevadas de la historia del euro. Por ejemplo, a cinco años no se financiaba a esos niveles desde 1997. Casi al mismo tiempo, Francia colocaba 4.500 millones a cinco años con un tipo del 0,86%, con lo que se sigue abriendo esa brecha entre las dos Europas, con muchas economías captando ya fondos a tasas negativas.


Para que se hagan una idea de la tragedia: España colocó su emisión con unos intereses superiores a los pactados por países rescatados, Portugal e Irlanda, en sus respectivas emisiones.

Menos apetito.

Pero quizá lo más novedoso y, a su vez, lo más preocupante, fue la falta de apetito demostrada por los inversores. "La subasta ha sido débil desde el punto de vista de la demanda y ya sólo quedan dos salidas: o que el inversor extranjero vuelva a comprar o que el fondo de rescate o que actúe el BCE", reconoce César Fernández, especialista en crédito de DWS Investments. La ratio de cobertura (relación entre la oferta y la demanda) en el plazo más corto (bono con vencimiento en 2014) se fijó en 1,9 veces. Se trata del resultado más bajo desde febrero de este año, aunque entonces la cuantía que se vendió fue muy superior (2.522,41 frente a 1.359,21 millones de euros).

Las subastas a estos plazos más cortos, entre dos y tres años, han registrado resultados extraordinarios desde que el Banco Central Europeo (BCE) inyectó más de un billón de euros en el sistema a plazos de tres años, en diciembre y en febrero. Y es que a la banca española se lo pusieron en bandeja para mejorar sus cuentas de resultados con la práctica del carry trade: comprar deuda a rentabilidades atractivas con la financiación recibida al 1% de la institución. Desde noviembre de 2011, ha comprado más de 55.000 millones de euros, mientras que los inversores extranjeros han ido reduciendo su exposición de forma progresiva, en casi 28.000 millones.

Capacidad limitada


Sin embargo, el balance de la banca española tiene un límite y ese efecto artificial de las inyecciones de liquidez del BCE, conocidas en la jerga financiera como LTRO, empieza a desaparecer.

Guillermo Santos, responsable de estrategia de iCapital apunta tres factores por los que las entidades ya no tienen margen para comprar más deuda: no hay visos de otra subasta del BCE, el Gobierno ha endurecido las provisiones con los dos últimos Reales Decretos y el deterioro del riesgo soberano español está provocando minusvalías latentes.

La próxima cita del Tesoro Público en un verano que se promete agitado: el 2 de agosto con otra subasta de bonos y obligaciones.

Y la bolsa también bate récord negativos

Ante este abrumador y devastado paisaje, ocurrió lo que tenía que ocurrir en buena lógica: hoy se ha producido el desplome más pronunciado en un sólo día en más de dos años. El Ibex-35 se ha desplomado nada más y nada menos que un 5,82%.

Lo anormal, desde luego, es que el Ibex apenas estaba resintiéndose con los malos datos de las emisiones... pero el inversor, extranjero en su mayoría, terminó haciendo buena la famosa leyenda que reza que "el dinero es cobarde" y hoy salió despavorido en estampida de los valores del Ibex-35.

Para ir terminando, todos estos datos nos obligan a dar por hecho de que, una vez más, el Buba (diminutivo coloquial con el que se suele citar al Banco Central Alemán) ha vuelto a anticipar un rescate en España tal como ocurrió con el financiero. Y es que el Banco central alemán ya solicitó un rescate a la banca española unas semanas antes de que finalmente éste se concretase... y el lunes aconsejó al Gobierno español que solicitase formalmente un rescate país. La declaración de bancarrota española es inminente, denlo ustedes por hecho.

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