Francia y Alemania echan el resto... pero el fantasma del rescate español no se desvanece.

La Europa poderosa intensificó el viernes las maniobras para tratar de rescatar a la débil. Francia y Alemania dieron su bendición al Banco Central Europeo (BCE) para que emprenda "las medidas necesarias para salvar la moneda única" y atajar la crisis de la deuda. Los dos países prepararían, en coordinación con el organismo, un plan de acción para ayudar a España e Italia a financiarse y aliviar las presiones de las últimas semanas sobre la deuda de ambos países.

El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, insistieron en que harán todo lo posible "para mantener la integridad de la eurozona" mientras que el ministro de finanzas germano alentó al BCE a que actúe con el mismo fin. Si París era más proclive a darle mayor protagonismo al organismo en la gestión de la crisis, Berlín, en principio más reacia a la idea, ha cedido a la presión.

El plan pasaría por permitir que el fondo de rescate europeo compre deuda de Madrid y Roma. Ayer el diario galo Le Monde daba algunas pistas sobre ese plan de actuación. Según el periódico, el BCE prepararía una acción coordinada con los países de la zona euro para limitar la subida de los tipos de interés de los bonos de España e Italia.

PLAN DE FUTURO

La idea es autorizar al fondo europeo de estabilidad financiera (y al Mecanismo Europeo de Estabilidad que le sustituirá) para que éste pueda comprar la deuda de Madrid o Roma en el mercado primario. En ese momento el BCE impulsaría un plan de compra de bonos en el mercado secundario lo que evitaría que las tasas se disparen. Pero para ello España tiene que solicitar la ayuda del fondo, y de momento el Gobierno no ha mostrado interés en hacerlo. Otra de las alternativas que se barajan es dar una licencia bancaria al fondo de rescate.

En cualquiera de sus formas, esta mano tendida se hará con condiciones. El ministro de economía alemán, Wolfgang Schäuble, respaldó la intervención del BCE, aunque, según el germano, la condición previa para esta actuación es que los países afectados pongan su granito de arena y "aprueben las reformas económicas necesarias para afrontar la crisis financiera".

En la misma línea se pronunciaron François Hollande y Angela Merkel, tras su entrevista telefónica. En su comunicado conjunto, resultaron que para que se produzca esta intervención "los Estados miembros, como las instituciones europeas, deben cumplir con sus obligaciones dentro de sus respectivos ámbitos".

Grecia sigue siendo el principal escollo de la UE al no hacer los "deberes" por enésima vez.

Esta invitación a "cumplir con las obligaciones" es un aviso a navegantes, un guiño a Italia, España o Grecia, para que controlen sus cuentas y una advertencia de que el BCE, si actúa, tendría que hacerlo dentro de los límites de su ámbito. No habrá barra libre para los periféricos a cuenta del organismo.

España, tras el último paquete de ajustes del Gobierno y las ayudas concedidas por Bruselas a la banca patria, debería cumplir los requisitos para esta intervención. En este sentido el comunicado de Schäuble de ayer alababa "los esfuerzos de reformas y el programa adoptado para fortalecer el sector bancario" y los pasos "significativos de Italia para estabilizar su presupuesto". Ninguna mención a Grecia.

RAPIDEZ

La flexibilización del fondo de rescate se acordó en el último Consejo Europeo de junio celebrado en Bruselas. En este sentido, Hollande y Merkel insistieron en la necesidad de que se apliquen "de manera rápida" estas conclusiones, como ya habían hecho sus respectivos ministros de Economía esta semana en sendas reuniones con Luis de Guindos.

Aunque de esta reunión hace ya un mes, los países miembros aún no han comenzado a sentar los cimientos de lo hablado entonces, en parte porque la escalada de la prima de riesgo de Madrid y Roma ha desviado las prioridades. La próxima secuencia de este intenso movimiento estival para salvar el euro tendrá lugar el martes en París. Hollande recibirá a Monti para abordar el plan de acción del BCE para aliviar a Madrid y Roma.

¿Y CON ÉSTO ACABA LA AMENAZA DEL RESCATE ESPAÑOL?

Pero ya el viernes por la mañana, Le Monde, hablaba de un plan de acción concertado entre Gobiernos y BCE para aliviar las tensiones del mercado. Y por último ese sentimiento de que "algo va a ocurrir" se vio alimentado por una información de Reuters, que aseguraba que el ministro de Economía, Luis de Guindos, y su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, habían debatido la posibilidad de un rescate total de España por valor de 300.000 millones. Lo desmintió la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

En un país normal, un desmentido del Gobierno debería bastar para aplacar rumores, pero solo hay que tirar de hemeroteca. El Ejecutivo negó el rescate a la banca hasta el último momento y Zapatero negó un paquete de ajustes hasta un día antes de anunciarlos oficialmente.

CONVERSACIÓN


¿Habló De Guindos con Schäuble sobre la posibilidad de un rescate total? El sentido común dice que deberían haberlo hecho, aunque fuera de forma tangencial. Casi rozaría lo irresponsable no hacerlo, porque el riesgo de que España no pueda financiarse en el mercado si la prima sigue subiendo es real.

Otra cuestión distinta es si el rescate total fue el tema central de la conversación. Y ahí ya surgen más dudas. Fuentes comunitarias aseguran que la Comisión, el BCE y el Eurogrupo están centrados en implementar el plan de ayuda a la banca. Y después, la primera herramienta en la lista es el programa de compra de bonos por parte del fondo temporal de rescate (FEEF). Pero eso requiere que España lo pida formalmente. Este plan de intervención en el mercado de deuda, bien en primario, bien en secundario, daría razones al BCE para emprender acciones más heterodoxas, especialmente si las compras del FEEF no acaban de aplacar las dudas de los inversores. ¿Pero cuáles son esas medidas?

Todos los actores europeos señalan el mismo camino: compras de deuda del FEEF. Si Draghi vuelve a mostrar pasividad y, por ejemplo, en la reunión del BCE del próximo jueves dice que donde dijo "digo" ahora dice "Diego", la prima de riesgo volverá a dispararse.

El riesgo de rescate total será de nuevo inminente y probablemente a España no le quede otra opción.

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