El BCE ejercerá de "poli malo" con la totalidad de la banca europea.

La Unión Europea prosigue el proceso de transformación obligatorio tras las turbulencias económicas y financieras, aún no superadas, que amenazan, incluso, con acabar con ella. El martes se trazaron los rasgos sobre el boceto de lo que será el sistema bancario unionista en un futuro muy cercano. El objetivo, evitar rescates inesperados y peligrosas sorpresas propiciadas por varias entidades financieras de la zona euro durante esta crisis.

El Banco Central Europeo (BCE) tendrá nuevos deberes. La institución será la nueva responsable de garantizar la estabilidad del sector financiero en la zona euro. La propuesta de la unión bancaria, presentada ayer por la Comisión Europea, encarga al BCE la supervisión de toda la banca, con independencia de su tamaño. Bruselas cree que este requisito es clave para recuperar la confianza en el sistema financiero. Por este motivo, sigue adelante con su plan, pese a la oposición alemana que exige que el BCE sólo vigile a los grupos sistémicos.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, afirmó ayer, en una referencia directa al gobierno germano, que "el riesgo puede estar en cualquier lugar" y en cualquier banco. En esta misma línea, el vicepresidente y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ahondó que "bancos pequeños pueden ser sistémicos y causar turbulencias financieras, como sucedió con Northern Rock, Anglo Irish y Bankia".

RESCATES POR 4,5 BILLONES

Para la Comisión, centralizar y reforzar la supervisión en el BCE también tiene otra ventaja: permite minimizar la carga que los rescates suponen para las cuentas públicas de los estados, ya bastante castigadas. Bruselas recordó ayer que desde el inicio de la crisis se han destinado más de 4,5 billones de euros a apoyar a entidades financieras.

La banca europea ha recibido, en lo que va de crisis desde el estallido de las "subprimes", la descomunal cifra de 4,5 billones (con B) de €... y aquí en España se siguen tirando de los pelos con los 100.000 millones del rescate a la banca española.

El banco central comparte esta opinión. Ayer señaló en un comunicado que "acoge favorablemente la propuesta" de crear un supervisor único. Es un paso importante para establecer las bases de una unión de los mercados financieros, con el fin de asegurar la estabilidad financiera en la zona del euro y en la Unión Europea".

El BCE tendrá la última palabra en la supervisión de los 6.000 bancos de la zona euro, mientras que la vigilancia diaria continuará en la órbita de las autoridades nacionales.

La Comisión contempla que el BCE cree un consejo específico de supervisión. Para asumir sus nuevas competencias, el banco central contará con un presupuesto específico, separado del que tiene hasta ahora como autoridad monetaria.

Chipre ha sido el último estado miembro en solicitar un rescate para su maltrecho sistema bancario.

Para financiar este presupuesto, el BCE aplicará una tasa a las entidades de crédito. Este recargo será el suficiente para cubrir los gastos de supervisión, es decir, el importe recaudado no podrá ser superior a esos costes. La tasa, aún sin decidir, será proporcional a la importancia de la entidad y a su perfil de riesgo.

BANCOS DE ESPAÑA

Los bancos españoles se mostraron ayer sorprendidos por esta propuesta de gravamen. La supervisión de las entidades depende hasta ahora del Banco de España, que no les cobra ningún recargo para financiarse. La institución dirigida por Luis María Linde financia sus gastos de funcionamiento e inversiones con cargo a los presupuestos del Estado. Para 2012, cuenta con una asignación de 479,6 millones de euros. En el momento que entre en vigor las nuevas competencias del BCE, los costes de supervisión correrán a cargo de la banca y no de los contribuyentes como hasta ahora.

El banco central europeo promoverá intercambios entre su personal técnico y el de los supervisores nacionales. Además, está previsto que se produzcan traslados temporales de funcionarios en ambos sentidos.