Bruselas ya da por descontado el rescate español.

En una de las peores épocas que se recuerdan en la democracia española, una noticia sobresale sobre el resto -nacionalismos separatistas, rescates a las comunidades autónomas, un austero y duro PGE, una enésima subida del paro de forma alarmante, ect...- y es la del rescate español que ya se encuentra en fase embrionaria.

Y es una noticia que destaca sobre las demás por lo que trae consigo. El hecho de que un "petit comité" de la Troika sea el que gobierne el Estado me aterra... porque esa gente vendrá para recuperar su dinero, no para arreglar el país, como estamos comprobando con el rescate griego. Pero entro en detalles y desgranamos el asunto con pelos y señales, como solemos hacer en la bitácora.

La petición de rescate del Gobierno español no ha llegado a los despachos de Bruselas, pero la Comisión Europea lo tiene todo listo para activar la ayuda cuando sea requerida. "Estamos dispuestos y preparados para actuar cuando sea necesario", advirtió ayer el vicepresidente del organismo y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en una comparecencia junto al ministro de Economía, Luis de Guindos, en Madrid, después de haberse reunido con el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

El Ejecutivo se resiste a tomar la decisión, pero el rescate está descontado por los mercados, los Estados miembros (los países de la zona euro tienen pleno conocimiento de la situación, desveló Rehn) y los propios Presupuestos Generales para 2013, que confían en la compra de bonos por parte del BCE para abaratar costes financieros, que exige como condición el acceso al Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede).

De Guindos, sin embargo, no se salió del guión y afirmó que la decisión no está tomada y que debe valorarse "la mejor decisión". Por un lado, los mercados urgen el rescate -la prima de riesgo ha vuelto a subidas importantes en los últimos días, pese a descender ayer hasta los 443 puntos básicos- pero existen a la vez incertidumbres, como de qué forma reaccionarán países como Alemania, Holanda y Finlandia a la petición, que coquetean con vetar la ayuda una vez esta haya sido solicitado públicamente.


Otro de los enigmas que intenta desvelar el Gobierno antes de la petición son las contrapartidas al rescate. Olli Rehn fue preguntado varias veces sobre este aspecto, pero se limitó a afirmar que "todos los países son conscientes de los condicionantes". El representante de Bruselas no quiso comentar el proyecto de ley de Presupuestos presentado el pasado sábado, y pospuso cualquier crítica al respecto a las recomendaciones que la Comisión Europea publicará el próximo noviembre.

En cambio, Rehn sí aplaudió la batería de leyes que anunció de Guindos la semana pasada, que incluyen el mercado único y la reforma de las pensiones. Para asegurar la viabilidad de las finanzas españolas, "inevitablemente hay que garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones", dijo Rehn, y adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida. El Gobierno anunció que reducirá la jubilación anticipada y parcial. "Entiendo el dolor y dificultades de las familias, las empresas y los ciudadanos españolas", admitió Rehn, "pero no hay alternativa" al proceso de consolidación fiscal.
EL PRECEDENTE DE LA BANCA


Entre los inconvenientes para pedir ahora un rescate se encuentra la posibilidad de que algún Estado miembro lo complique mediante el veto de su parlamento. El rescate a la banca, que se está ahora tramitando, no aporta tampoco una gran seguriad jurídica para que el Gobierno tome la decisión de dejarse intervenir: varios Estados miembros han reclamado últimamente que la recapitalización del sistema financiero español -que se ha cifrado en casi 60.000 millones de euros- no se realice directamente en las entidades, y que sea el Estado español el que asuma la deuda y el déficit resultante, a pesar de que el Eurogrupo se comprometiera a lo contrario en junio pasado.

"Se ha vuelto normal que haya declaraciones individuales de varios países, pero no tengo motivo alguno para dudar de que todos y cada uno de los Estados miembros honrarán los compromisos adquiridos", sostuvo Rehn, tras ser preguntado por el cambio de opinión de ciertos países. Guindos también quiso hacer hincapié en que la recapitalización directa no es solo un alivio para las arcas españolas, "sino una buena decisión para el futuro de la unión bancaria", reclamó.


Pese a las reticencias mostradas por algunos países como Alemania, Bruselas confía en poder activar el rescate a la banca el mes que viene. La auditoría realizada por Oliver Wyman señala unas necesidades de capital de casi 60.000 millones de euros, aunque De Guindos sostuvo que la petición no será superior a los 40.000 millones. Por otro lado, el ministro señaló que la ayuda a la banca conllevará la moderación salarial de los banqueros, "en un acto de responsabilidad".

REVISIÓN DEL DÉFICIT

Las ayudas del Frob a los bancos y cajas en 2012 elevarán el déficit del 6,3% del PIB hasta el 7,4%, infringiendo lo acordado con Bruselas en el protocolo de estabilidad presupuestaria. Olli Rehn dio a entender que estos desvíos no serán tenidos en cuenta. "Es de esperar", dijo el comisario, que estas recapitalizaciones no computen "como déficit estructural (el que cuenta para la hoja de ruta europea)". Sin embargo, el finlandés se sacudió las responsabilidades y dijo que será el Eurostat quien finalmente deba tomar esta decisión. El alto cargo señaló que "lo importante" son los esfuerzos de consolidación del Gobierno español.

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