El drama del paro no decae y las perspectivas asustan al más valiente.

El mercado laboral sigue sin dar tregua. La cifra de parados registrados en las oficinas de empleo superó el pasado febrero los cinco millones de personas, aunque si se incluye también a los desempleados que acuden a cursos de formación el total llega a 5.353.853 personas. Se confirma así la tendencia alcista en el desempleo que anticipaban los expertos y la semana pasada ratificaron tanto el Banco de España como la Comisión Europea,que pintó un negro panorama con una tasa de paro del 26,9% al final de este año. Sin embargo, el ritmo de destrucción de empleo se redujo –en evolución mensual, el de febrero fue el menor aumento desde hace cuatro años–, lo que permitió incluso que, descontados los efectos estacionales (terminan las rebajas, se ejecutan más ERE de lo habitual...), el desempleo se redujese en unas mil personas con respecto al mes de enero.



Sin embargo, no cabe esperar una evolución descendente real del paro hasta el próximo ejercicio, aunque los expertos postergan hasta 2015 el posible inicio de la recuperación del empleo. De hecho, la contratación cayó un 4%. Mientras, persisten algunas señales de alarma en el mercado laboral: el gasto en prestaciones por desempleo creció un 2,6% en enero, hasta 2.777 millones de euros, y el número de solicitantes lo hizo en otro 14%. Por el contrario, la afiliación a la Seguridad Social se redujo un 4,42% en febrero, situándose en su nivel más bajo desde el año 2002, y la caída del número de autónomos, que tuvo especial incidencia en los sectores de construcción y comercio, dejó la cifra total por debajo de la barrera de los tres millones de personas por primera vez en siete años.


Aún es pronto para que pueda apreciarse el efecto de las últimas medidas lanzadas por el Gobierno para combatir el desplome de la iniciativa emprendedora y el paro juvenil, pero la magnitud de la sima laboral es tal que será difícil que tengan un impacto significativo. Sólo intensificando las reformas estructurales pendientes –financiera, de la Administración, de las pensiones, etc.– podrá inyectarse algo de dinamismo a la actividad económica en España, lo que a la postre se traducirá en creación de empleo. Mariano Rajoy debe ser fiel a lo prometido en el Debate sobre el Estado de la Nación y mantener la “tensión" permanente porque, lejos de mejorar, el contexto económico se está agravando y no sólo a nivel interno, sino también en Europa y EEUU, algo que atañe de lleno al principal motor de la economía española en la actualidad: el sector exterior.

Comentarios

  1. senekaa kallate sicopata ke pareces la merkel

    como ke reformar las pensiones y el estado?

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