Las Autonomías empeñadas en zancadillear la Reforma Laboral.

Uno de los principales avances de la reforma laboral aprobada por el actual Gobierno es la posibilidad de que las empresas, previo acuerdo con sus trabajadores, dejen de aplicar el convenio sectorial en casos graves de caída de la facturación o de la producción. Por si el acuerdo interno no es posible, la ley contempla la creación de órganos nacionales y autonómicos de intermediación, con el objetivo de evitar que los ajustes se realicen sólo por la vía de la destrucción de empleo.


Sin embargo, la reforma ha topado en este punto con la burocracia autonómica, que ha derivado en que, un año después de la entrada en vigor de la norma, sólo cuatro regiones hayan puesto en marcha los tribunales de arbitraje correspondientes. Sin esta alternativa, la posibilidad de un descuelgue del convenio en caso de que no haya acuerdo con los trabajadores se convierte en una quimera, forzando a las empresas afectadas a recurrir a los despidos para ajustar sus costes. 

En algunos casos, los gobiernos regionales están encontrando una fuerte oposición sindical a la labor encomendada a estos organismos, pero eso no puede ser excusa para cumplir con lo que fija la ley. Ante la terrible situación del mercado laboral, con más de seis millones de personas en paro, la responsabilidad de las Administraciones es, al menos, no contribuir con trabas absurdas y dilaciones innecesarias a que se incremente el número de trabajadores desempleados. El retraso en la puesta en marcha de estos organismos de arbitraje afecta sobre todo a las pymes de implantación local o regional, que representan el grueso del tejido industrial español, ya que las compañías de ámbito nacional recurrirán, en caso de necesitarlo, a la comisión estatal que el Gobierno central sí ha puesto en marcha y que, de hecho, ya tramita una docena de arbitrajes.


Los gobiernos regionales tampoco han hecho uso de la posibilidad que contempla la ley de suscribir un convenio con la Comisión nacional mientras desarrollan la propia, lo que ha dejado en una situación de desamparo a las empresas que han intentado acudir al órgano nacional para descolgarse de un convenio de ámbito autonómico.

La introducción de dosis de flexibilidad en las relaciones laborales (salarios,horarios y movilidad interna o geográfica) constituye un hito para cuyo éxito es necesaria una implicación decidida de empresas, trabajadores y Administraciones. Sólo así será posible combatir la lacra del paro y evitar que se repita la intensa destrucción de empleo que ha provocado la crisis.

Comentarios

  1. Es un juego de poder
    EL psoe ha pensado que tien qu evolver apoder como sea Como no se els ocurre como ser mejores que elcontrario ( ademaas Zaptero dejo lisiado al psoe) pues tienen que hacer todo lo posible para que el contrario sea peor que ellos
    Zancadillear al reforma laboral es una de las cosas
    ¿Como van a permitir que se detenga el incremento de paro y mucho menos que se cree empleo neto?
    Hay mucho excargo del psoe ( y de iu que tambien les pagaba el psoe en los ayuntamientos) haciendo videos y presentaciones anti pp porque necesitan volver a chupar del bote cuanto antes

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