¿Cómo y en qué invierten los españoles tras la crisis?


La transformación de los mercados en sus formas de actuar tras sufrir los estragos de la crisis económica que nos asola desde 2007, ha cambiado por completo la percepción de los inversores sobre las distintas oportunidades de inversión. Los tsunamis que han arrasado las bolsas (el Ibex cae un 45% desde 2008) y las tensiones que han golpeado a los mercados de deuda han alterado la visión sobre el riesgo que llevan aparejados estos productos y han concienciado a los inversores de la conveniencia de diversificar sus carteras.

Las cuentas corrientes bancarias siguen siendo nuestra opción predilecta de inversión.

Según el estudio Los españoles y el oro, elaborado por Ipsos, para Lingoro.com, plataforma online especializada en la venta de monedas y lingotes de oro, los españoles tienen en las cuentas corrientes bancarias su opción predilecta, a la hora de depositar su dinero. Pero, tras un producto tan convencional, entre sus preferencias se abren hueco el oro físico y los diamantes, junto a los bienes inmuebles. Estas alternativas se han situado por delante de opciones tradicionalmente más atractivas, como los bonos del Tesoro o la inversión en bolsa. De hecho, en la valoración que hacen de las distintas opciones de inversión, el oro y los diamantes reciben la mejor puntuación (un 3,34 y 3,11 sobre un total de 5).

Estabilidad

El creciente interés por activos como el oro y los diamantes refleja la importancia que conceden los inversores a la estabilidad y seguridad de su dinero. La encuesta muestra que la compra de acciones es percibida como la opción más arriesgada, por delante, incluso, de la inversión en bosques o viñedos. En el lado opuesto, el oro físico es considerado, tras las cuentas corrientes bancarias y los seguros de vida, la alternativa de inversión con menos riesgo.


“La encuesta refleja un creciente interés de los inversores españoles por contar con carteras más diversificadas, aunque aún estamos lejos de los niveles que se aprecian en otros países de nuestro entorno, como Francia”, valora Lizette Paternina, directora general de Lingoro.com.

El desplome del ladrillo español no ha sido lo suficientemente intenso como para alejar a los inversores españoles de su reclamo.

La búsqueda de activos alternativos para diversificar sus carteras se ha convertido en una prioridad para los inversores españoles en los últimos tiempos. Y la inversión en bienes tangibles ha destacado a lo largo de la crisis como la mejor vía para amortiguar las turbulencias de los mercados. En este contexto cobra sentido el interés por el oro, los diamantes o los bienes inmuebles. Esta última opción aparece limitada por el elevado desembolso que conlleva. Más accesibles son los fondos de inversión inmobiliaria que, no obstante, presentan saldos poco satisfactorios en los últimos tiempos, debido al desplome del mercado inmobiliario en España.

Productos accesibles

En cuanto a los diamantes, se trata de una alternativa de inversión poco común en España, pero que goza de un creciente prestigio en otros mercados, como EEUU. Recientemente, la firma Diamantes de Inversión ha iniciado su actividad en España, ofreciendo la exposición a este activo a partir de 2.500 euros. Los expertos resaltan la estabilidad de este activo, que, desde 1960 acumula alzas superiores a la inflación.


En este escenario, el oro es una de las alternativas de inversión más factible para los inversores. El metal precioso ha disfrutado en los últimos años de un atractivo que le ha llevado a repuntar más del 400% desde 2001. Al calor de esa vitalidad, han brotado múltiples formas de exposición al oro, que permiten invertir por menos de 50 euros.

Aunque el oro ha sufrido tensiones recientes (pierde un 17,6% en 2013), un 57% de los encuestados cree que se trata de un activo fiable y seguro. Y más de la mitad lo considera una de las mejores alternativas de inversión. “La mayoría de los inversores ha aprovechado estas caídas para comprar más barato”, comenta Paternina, quien resalta que el oro físico siempre mantiene un valor intrínseco.

Pese a esto, el oro físico es aún un activo minoritario en la cartera de los inversores españoles. Sólo un 4,2% de los encuestados dispone de inversiones en oro, frente al 26,3% que cuenta con inmuebles. Los expertos achacan esto al desconocimiento sobre este mercado. Por ejemplo, un 93% de los encuestados ignora que la inversión en oro está exenta de IVA.


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