Reforma Laboral: El lunes entra en escena el convenio sectorial para 2 millones de trabajadores.

La reforma laboral tenía entre sus principales objetivos acabar con una de las deficiencias históricas del mercado laboral: la prórroga indefinida de los convenios colectivos tras su vencimiento. El final de la llamada ultraactividad estaba llamado a ser la palanca para una revisión profunda del contenido de los convenios, adaptarlos a las nuevas circunstancias económicas y acabar con los vicios generados por un modelo de negociación colectiva que acababa provocando tensiones inflacionarias y disparando los costes laborales en¡ España, un lastre evidente para la competitividad de las empresas. En muchos casos, los convenios colectivos han terminado por establecer incluso barreras de entrada al mercado laboral, por lo que su necesaria clarificación y simplificación puede convertirse en un incentivo para la creación de empleo.


Pese a la trascendencia de estos cambios, y en aras de habilitar una transición no traumática, el Gobierno dio un año de plazo tras la aprobación de la ley el pasado 7 de julio para que las empresas y sus trabajadores renovasen los acuerdos pendientes o que hubiesen expirado. Pero sólo el 20% de ellos se han actualizado, por lo que el resto, 1.340 convenios, que afectan a 1,9 millones de trabajadores, están en el alero. Según la ley, quedarán sin vigor a partir de este próximo lunes, momento en el que pasará a aplicarse el convenio sectorial y, en última instancia, el Estatuto de los Trabajadores, aunque patronal y sindicatos han reclamado a sus representantes que agilicen las negociaciones, pacten una prórroga temporal de las conversaciones o se sometan a un arbitraje.


Cabe reprochar a ambas partes el hecho de que han dispuesto de tiempo más que suficiente para cumplir con lo fijado por la ley y, a pesar de ello, la mayoría de los convenios que han vencido no han sido renovados todavía. Una situación peculiar en el caso de los pactos sectoriales pendientes de negociar (unos 230, el 13,7% del total), pues de lo que se estipule en ellos dependen muchas pequeñas empresas que no tienen capacidad para llevar a cabo una negociación con sus empleados de esas características, lo que ha generado inquietud en estas compañías. Este caso muestra una vez más la caducidad de un modelo de negociación colectiva que también es necesario renovar a fondo, y de los actores implicados en este proceso, incapaces de para aportar soluciones eficaces que contribuyan a la salida de la crisis.

Comentarios

  1. de empresarios y sindicalistas no s e puede esperar nada inteligente Ni siquiera que se pongan de acuerdo en algo que no sea robar a los trabajadores y... a los empresarios que se dedican a trabajar

    ¿Quienes son los SIndicatos? Unas organizaciones que viven de sus subvenciones y de lo que trincan (por ejemplo con los EREs por cada trabajador ellos por ley se llevan una pasta, mas lo que se llevan bajo cuerda por la via... Andaluza )

    Los empresarios apenas saben sumar y solo entienden que si echan a uno pueden contratar a otro por la mitad de precio y encima con incentivos ¿?

    Los sindicatos: si se hicieran publicas sus afiliaciones quedarian ridiculizados para siempre Hay una cosa curiosa los afiliados a organizaciones cristianas son mucho mas numerosoas que los afiliados a sindicatos y partidos juntos PERO si a algun obispo se le ocurre comentar algo sobre alguna ley o las actuaciones de los politicos todo el mundo se le echa encima como hienas teniendo el obispo muchos mas afiliados en organizaciones cristianas que los sindicatos

    Sin embargo cuando, teniendo muchos menos afiliados a sus organizaciones, cualquier facineroso sindicalista opina sobre cualquier cosa de las que no sabe, todos los periodistas le aplauden con las orejas


    Si la solucion esta en la mano de estos ..es que no tenemos solucion




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