El país en manos del juez Ruz.

Pasó el esperado control parlamentario sobre el caso Barcenas con el previsto bombardeo al Presidente de la nación. La comparecencia más esperada en los últimos años en el hemiciclo terminó con victoria pero sin convencer por parte de Rajoy, que se acogió a la presunción de inocencia, al "y tú más" desgraciadamente tan propio de nuestros políticos y  al pobre papel desempeñado por Rubalcaba y los miembros de IU que no fueron expulsados del Congreso de milagro.


Lo que presumía la oposición como un día propicio para acabar con Rajoy terminó con el certificado de defunción política de Rubalcaba, totalmente superado y el PSOE pidiendo a gritos un líder nuevo frente a un PP que sigue en la zozobra siempre que navega por las tormentosas y oscuras aguas del golfo de Bárcenas. 

No pueden prometérselas felices los populares. Su líder Rajoy acabó la sesión con un punto y seguido, para nada un punto y a parte. El punto final está en manos del juez Ruz que comenzará a tomar declaraciones a los pesos pesados del PP a la vuelta de sus vacaciones, allá por el 12 de agosto. Visto el transcurrir de la causa Bárcenas no es descabellado, ni mucho menos, que surjan escándalos en forma de filtraciones de secretos sumariales. Si el juez pone en entredicho la rotunda comparecencia de Rajoy como es muy previsible que pase; el país volverá a mirar escandalizado a su Presidente pero esta vez no habrá una madera donde pueda agarrarse.


De hecho, según todas las encuestas, los españoles aún no ven nada claro el asunto Bárcenas y el escándalo de la financiación ilegal del partido de la gaviota. Si Rajoy alberga numerosas esperanzas de que pase el huracán sin dejar víctimas por el camino (y él sería una de ellas) es por los datos económicos que certifican el haber tocado suelo de esta larga y durísima crisis y por incapacidad manifiesta de sus contrincantes políticos. Muchos españoles se encuentran escandalizados por el caso Bárcenas pero más se escandalizan cuando sopesan las alternativas a Rajoy en caso de elecciones. Triste pero cierto.

De los primeros espadas no salvo a ninguno en sus intervenciones, excepto al propio Rajoy, que volvió a lucir un discurso impecable (lástima que no le acompañe un lenguaje corporal equiparable) que le valió para salir del trance sin daños considerables. 


Me gustó especialmente la intervención de Aitor Estéban de PNV. El partido nacionalista vasco ha encontrado en él un hombre perfecto como interlocutor con Madrid y el resto de la sociedad española. Su discurso fue perfecto... aunque sin matices estadistas como sí exhibió el zorro viejo Durán i Lleida. Ambos nacionalistas pero con un marcado discurso estadista por parte de Durán y algo más egoísta o exclusivo del País Vasco por parte Estéban.


En fin, remato el post recordando el título; que nadie dé por cerrado el capítulo Bárcenas porque el juez Ruz se insinúa como una figura fundamental en el devenir histórico próximo de nuestro país con su decisión final respecto a la contabilidad B del PP, destapada por Bárcenas.

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