El paro ha tocado suelo pero las afiliaciones a la Seguridad Social preocupan más que nunca.

La caída sostenida de las cifras de paro registrado en las oficinas públicas de empleo supone un motivo de alivio en un mercado laboral que, no obstante, aún es incapaz de integrar a 4,7 millones de demandantes de empleo. El descenso de las cifras de paro en el mes de agosto fue testimonial (sólo 31 personas), pero supone la primera bajada del desempleo en ese mes de los últimos trece años. Además, contribuye a sostener la tendencia descendente del número de parados que se registra desde marzo: unas 340.000 personas menos apuntadas en las listas oficiales. Sin embargo, los expertos alertan de que estas cifras no pueden desatar el triunfalismo porque estarían influyendo decisivamente factores como la merma de la población activa por la emigración y la falta de incentivos para seguir acudiendo a las oficinas públicas de empleo por parte de los parados que hayan perdido el derecho a la prestación. Por ello, conviene esperar a que la EPA confirme la evolución favorable del tercer trimestre del año. Y es que el peso de la estacionalidad está siendo muy elevado a causa de la extraordinaria temporada turística que vive España gracias a la demanda “prestada” por destinos rivales donde la tensión política y social ha ahuyentado a los turistas. De hecho, la contratación a tiempo parcial se ha disparado a máximos históricos.


En cuanto a la afiliación, agosto dio una de cal y otra de arena. Porque si bien cayó menos que en los siete trimestres precedentes y la tasa interanual sigue avanzando, la situación sigue siendo alarmante. La Seguridad Social ha perdido más de tres millones de cotizantes desde el inicio de la crisis (99.000 personas sólo en el último mes) y acumula ya un déficit de 14.000 millones de euros.


En medio de la coyuntura actual, con la pérdida de la recaudación fiscal presionando con fuerza sobre el déficit público, parece evidente que las medidas para contener el gasto en prestaciones resultan más necesarias que nunca. De ahí que la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno para introducir el factor de sostenibilidad a partir de 2019 incluya también un nuevo sistema de revalorización de las pensiones actuales desde el próximo 1 de enero para desligarlas de la marcha de la inflación. La importante pérdida de ingresos de la Seguridad Social, el impacto de las jubilaciones más elevadas de los nuevos pensionistas y el coste de actualizar las pensiones en función del IPC (el 27% del gasto) aconsejan no retrasar la adopción de los cambios propuestos por el Ministerio de Trabajo. Sin olvidar, eso sí, que el verdadero factor que garantizaría la sostenibilidad de las pensiones sería la recuperación sólida y sostenida del empleo, para lo que el Ejecutivo debe huir del conformismo en el análisis de la reforma laboral y aprobar más medidas para incentivar la contratación y ampliar la flexibilidad interna de las empresas.

Comentarios

  1. no tengo tiempo para hacer las cuentas pero esas 31 personas.... suena a chiste porque se podrian interpretar como el resultado de proyectar los fallecidos en España sobre la poblacion en paro ( incluso solo los fallecidos en accidentes de trafico)

    Asi que publicar esas 31 personas como una "noticia" carece de relevancia estadistica es solo... una anecdota

    Puede que sea las ganas que tenemos todos de que se acabe con el paro

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares