De cuando un subsidio se convierte en el peor enemigo del trabajador y en la ruina del Estado.

La última propuesta del think tank del PSOE para combatir los elevados niveles de desempleo en España resulta acertada y conveniente. Recortar de forma sensible el subsidio por desempleo que perciben los parados, como propone la Fundación Alternativas, incentivaría la búsqueda activa de empleo, algo que habitualmente no se produce hasta que no se aproxima el final del periodo máximo durante el que se puede cobrar esta prestación, de hasta dos años. Por otro lado, la creación en plena crisis de una paga compensatoria de 420 euros para quienes han perdido el derecho a percibir el subsidio, comprensible a la luz de la emergencia social de aquellas familias en las que todos sus miembros están desempleados, ha contribuido a extender la falsa creencia de que el Estado debe ofrecer una cobertura infinita a todos los trabajadores que no estén en activo. Sumados los subsidios, un trabajador desempleado puede estar cobrando del Estado durante 7 años. Para la fundación del PSOE, esta realidad es palmaria en el caso de los parados de larga duración –unos dos millones de personas en toda España–, para quienes propone “un seguimiento más individualizado” de estos desempleados para “asegurarse de que acepten las ofertas” de empleo que puedan recibir, aunque sean de cuantía inferior a la prestación.

Y es que el coste presupuestario de los subsidios para desempleados no es nada desdeñable: prácticamente 30.000 millones de euros este año, lo que supone un 10% más que el anterior a pesar de las medidas correctoras aprobadas por el Gobierno para que las ayudas vayan decreciendo con el paso de los meses. Pero teniendo en cuenta su escaso impacto sobre el desempleo de larga duración, la fundación del PSOE reclama un recorte más intenso, en línea con lo que ha reivindicado históricamente la patronal CEOE. También la Comisión Europea ha exigido a España una reforma profunda de las políticas activas de empleo para incentivar la búsqueda de un nuevo trabajo por parte de quienes se quedan en paro desde el mismo momento en que abandonan el mercado laboral.

Esta razonable propuesta contrasta vivamente con algunas de las que ha incluido el PSOE en su programa para las elecciones al Parlamento Europeo de este domingo, especialmente la que reclama algo tan extemporáneo como un subsidio comunitario para los desempleados mayores de 55 años. Cabe exigir a los socialistas mayor coherencia en sus planteamientos y, de paso, que abandone el populismo y la demagogia en que ha basado su campaña electoral de las últimas semanas.