He inaugurado una residencia de estudiantes

El Rey Don Juan Carlos, asistió ayer en Valdepeñas, a la inauguración de la segunda fase de la Fundación Gregorio Prieto. El Rey recibió el nombramiento de Alcalde de Honor Perpetuo de manos del alcalde de Valdepeñas, Esteban López Vega. Durante la visita, Don Juan Carlos estuvo acompañado por el presidente de Castilla La Mancha, José Bono, que impuso al pintor Gregorio Prieto la medalla de oro de la región. A las 12 de la mañana llegó el Rey a Valdepeñas tal y como estaba previsto, aunque se esperaba que la Reina Doña Sofía le acompañara, sin embargo una avería de última hora impidió que regresase desde Moscú el domingo por la noche, que se retrasó hasta las 10 de la mañana del lunes. El avión Mystére modelo Falcon 900, recién adquirido para los viajes de la Familia Real y altos cargos del Gobierno sufrió un fallo en los motores, lo que impidió que la Reina visitara la localidad manchega. 

El motivo del viaje era inaugurar la segunda fase de la Fundación Gregorio Prieto que alberga más de 500 obras de este pintor, de la generación del 27, nacido en Valdepeñas, que coincidió en la antigua Residencia de Estudiantes de Madrid con García Lorca, Dalí, Hernández y Cernuda entre otros. En el salón de plenos del Ayuntamiento valdepeñero, el Rey recibió el nombramiento de Alcalde Perpetuo de la ciudad natal, y como se aprobó die forma unánime en el pleno celebrado el 7 de febrero. A continuación hizo entrega a los colegios de la bandera de España. El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, José Bono, acompañó al Rey durante todo el recorrido que consistió en una visita a la parroquia de la Asunción, y a la Casa Museo Fundación Gregorio Prieto, para inaugurar la segunda fase.


Gregorio Prieto, que se autodefine como un superrealista clásico intelectualizado, reside a sus 94 años en una residencia de Hermanas de los Desamparados, dede la que recuerda con añoranza su juventud en la que compartió vivencias con los máximos representantes de la generación del 27 como García Lorca, al que dedicó un retrato, Dalí o Alberti. 

Este pintor, considerado por los críticos como el exponente pictórico del código de valores artísticos y culturales del 27, asistió ayer en una silla de ruedas al homenaje mayor de su vida, donde en presencia del Rey recibió del presidente de Castilla La Mancha, José Bono, la medalla de Oro de la región. La vida y obra de Gregorio Prieto se ha dividido en siete etapas: la primera de ellas, en su ciudad natal, Valdepeñas, donde se produjo su primera toma de contacto con la pintura. A continuación se trasladó a Madrid, allí en la Escuela Industrial entró en contacto con los círculos culturales de la época. Más tarde a París, luego a Roma, donde conoció a Valle Inclán, y se acercó a la cultura clásica, cuya influencia se ve reflejada de forma continua en su obra, posteriormente profundizó en Grecia, para culminar en su época manierista.

Prieto pasó 14 años viajando por Europa, exponiendo en ciudades como Dinamarca o Bélgica y viviendo en Inglaterra, sin desear volver a España, por los acontecimientos políticos. Desde su regreso a nuestro país vivió en Madrid hasta que un día, un accidente doméstico le sentó en una silla de ruedas. El alcalde de Valdepeñas, dada su soltería y la ausencia de familia, le ofreció vivir en Valdepeñas bajo la protección de las Hermanas de los Desamparados, donde reside en la actualidad. El pintor goza de buena salud, a excepción de la rotura de cadera que le impide moverse, sin embargo su estado de consciencia le mantiene completamente lúcido.

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