España otra vez intervenida por Bruselas, la reforma constitucional impuesta.

  Otra vez, como ya sucediese en mayo del año pasado, Europa ha intervenido nuestra soberanía económica y ha impuesto medidas ciertamente controvertidas para calmar los aterradores datos económicos de nuestro país. Todo gesto de tamaña envergadura viene precedido por un favor a pagar, un precio por unos servicios prestados... la compra masiva de deuda soberana española por parte del BCE estas dos semanas atrás es el desencadenante.


 Las imposiciones de Europa comenzaron a ser vigentes cuando el golfo de la Moncloa anunció que adelantaría los impuestos de sociedades a las grandes empresas del país. Un crimen para futuros gobiernos que verán recortadas su capacidad de recaudación durante un año que se me antoja muy difícil; el último año previsto para situar el déficit en un 3% como acordaron los países de la zona Euro hace ahora 4 años. Y no sólo es una medida dolorosa para futuros gobiernos... las grandes empresas, al tener que adelantar el pago del impuesto de sociedades este mismo año, se verán obligadas a cerrar el grifo en el apartado laboral y en inversión y adquisición de bienes de equipo. Tremendo.

 La medida de los medicamentos genéricos es mucho más lógica y con efectos colaterales menos pernicioso que la antes expuesta... pero no piensen que dicha medida es novedosa en el país. Feijóo la impuso en Galicia al ganar las elecciones como una de las medidas de choque ante la mala situación económica de aquella autonomía y la Pajín la denunció al constitucional... y ahora, tras el éxito obtenido por dicha medida en Galicia, la aplican en el resto del estado.


 Pero de todas las reformas, la más controvertida y protestada, sin dudas, es la reforma de la constitución española. El acotar el endeudamiento y priorizar el pago de deudas sobre cualquier otra cosa, llámese "servicios sociales" por ejemplo, ha escandalizado a una parte importante del país... eso y el ser consciente de la pérdida de soberanía, claro.


 El caso es que no veo nada de malo en dicha reforma, diría incluso que es un brindis al sol tal como se ha redactado y aprobado, y se quedará en aguas de borrajas... techar nuestra deuda en un máximo del 0,4% en épocas de crecimiento es una gilipollez como la copa de un pino. La reforma en sí no entra a valorar en cuanto se concreta el techo de gasto, es un simple principio de austeridad. Aún así, la progresía del país se encuentra francamente encabronada con tal medida. Esa parte de nuestra población que aplaude los subsidios, las subvenciones, el pelotazo con "dinero de nadie" (dinero público en argot socialista/zapaterista) se niega a soltar su juguete preferido y máquina de enriquecer a los suyos... a costa de arruinar el país.

 ¿Acaso creían que el Banco Central Europeo iba a comprar cuantiosas partidas de nuestra dudosa deuda sin exigir el meternos en cintura? No, ellos no pagan y callan por nuestro "porqueyolovalgismo", imponen ciertas medidas para que nuestro astronómico dispendio no se vuelva a repetir.


Y ahora el candidato socialista se enfrenta, de puertas para dentro y de forma cainita, al cadáver político que tenemos en la Moncloa refiriéndose a una pérdida de soberanía como motivo principal de queja. Un partido que admite y permite a su defenestrado líder decir bien alto que "España es un concepto discutido y discutible" se postula ahora como el más soberanista de todos. Manda huevos... como diría Bono.


 Pues siento decirle a esa parte compatriota mía que el pagar el coste del despilfarro, la negligencia en la gestión y las tropelías realizadas en el apartado económico en España no es deporte nacional en ningún estado europeo. De momento, las agencias calificadoras ya han advertido y celebrado que la reforma es buena para la economía del país. El primer gesto amable de dichas agencias hacia nuestra economía en mucho tiempo.


 En fin lectores, que prefiero mil veces que gobierne España Bruselas que la recua de políticos que vienen haciéndolo en los últimos años. Peor no será seguro... y más patriótico seguro que también resultará.