Elecciones catalanas 25-N: Mas radicalizado en el independentismo.

A punto de comenzar oficialmente la carrera electoral para el 25N, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, dio ayer una vuelta de tuerca más en su pulso independentista al decir que una posible separación de Catalunya no se podrá evitar. "No la podrá frenar nadie, ni los tribunales, ni las constituciones, ni todo lo que ponen delante", afirmó.

En un acto celebrado ayer en Barcelona con simpatizantes y militantes de CiU, el presidente de la federación nacionalista pidió una "mayoría excepcional", aunque sea con "votos prestados", para demostrar que la secesión de Catalunya tiene un apoyo en las urnas que, según el dirigente, no se podría detener de ninguna manera. "Ojalá el resultado sea claro, porque nos jugamos mucho", aseveró.

La U.E avisa...

Mas, recién llegado de un viaje empresarial a Moscú, minimizó las consecuencias negativas de una hipotética segregación. El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, aseveró ayer: "Nadie obtendrá nada del separatismo en un mundo donde todo es globalizado". Era un mensaje dirigido no solo a Catalunya, sino también a Flandes (Bélgica) y a Escocia, donde en 2014 se celebrará un referéndum para separarse del Reino Unido. El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, dijo ayer que el modelo escocés "no es aplicable" a Catalunya por motivos históricos y legales. Además, la semana pasada trascendía que la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, advertía, en una carta enviada al Gobierno español, de que una Cataluña separada de España quedaría fuera de la UE.

El presidente pidió a la población que no se deje amedrentar por campañas de miedo y se postuló como el "líder fuerte" que necesita Cataluña. "Irán a por mí para desestabilizar el proceso", indicó Mas, quien aseguró que lo llevará "hasta el final" mientras tenga el apoyo de las urnas. Según las últimas encuestas, CiU mejoraría sus resultados, pero no conseguiría la mayoría absoluta. Pese a ello, el Parlament tendrá una mayoría clarísima de partidos favorables a la separación, según los sondeos.

La "Zeja" apuesta por el federalismo de papel couché propuesto por el PSOE.

En el debate independentista, ayer se conoció el apoyo de 300 intelectuales a favor de un Estado federal en España para "responder al creciente secesionismo estimulado por CiU, desde el Gobierno de la Generalitat, así como por otras fuerzas políticas de afinidad nacionalista". Entre los firmantes del manifiesto, figuran el director de cine Pedro Almodóvar, el diseñador Javier Mariscal, el catedrático de Economía Emilio Ontiveros y el ex ministro socialista de Economía Carlos Solchaga. Además, acusan a los nacionalistas de convertir España en un "chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares". Cataluña tiene un paro del 22,56% (840.400 desempleados) y es la autonomía más endeudada, con 43.870 millones de euros.

No todos en CiU son independentistas.

Duran, sorprendentemente, se desmarcó del independentismo de Mas al afirmar que "no tiene sentido celebrar un referendum independentista ilegal y que no hay mayoría de catalanes que aspiren a la independencia".

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que está causando quebraderos de cabeza a sus socios de Convergència por su oposición a la independencia, interpretó ese manifiesto como un ataque contra CiU.

El PP, que es el partido que más está exprimiendo la baza anti-independentista, presentó ayer el programa electoral para el próximo 25 de noviembre. Entre las novedades, se halla la reducción de un 20% de los gastos de la administración catalana. Esto llevaría según su candidata, Alicia Sánchez-Camacho, a un ahorro de unos mil millones que evitaría ajustes en sanidad o educación. ¿Cómo? El PP cerraría las oficinas comerciales, popularmente conocidas como embajadas, y recortaría un 30% el gasto de los partidos políticos, un 15% el presupuesto de TV3 y reducir en 28 el número de diputados (ahora son 135).

Por su parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró ayer que en Cataluña queda espacio para el "diálogo y el consenso". Al parecer no se ha enterado aún Rubalcaba, y mira que le están dando avisos en forma de descalabros electorales, que la receta zapaterista está agotada en la vieja piel de toro.