El régimen comunista está de capa caída

El presidente de la República Democrática Alemana (RDA), Egon Krenz, llegó ayer a Moscú para entrevistarse con el líder soviético, Mijail Gorbachov, en medio de las mayores protestas en favor de las reformas que se producen en su país. El lunes por la tarde, medio millón de personas se manifestaron en cuatro ciudades de la RDA gritando consignas contra el régimen comunista y pidiendo la apertura democrática. Las manifestaciones se suceden a diario desde que Gorbachov visitó el país el pasado 7 de octubre, informa Efe. Gorbachov jugó un papel determinante en los cambios de la cúpula germano oriental, hace apenas dos semanas.

En declaraciones a la televisión soviética, en vísperas de su viaje, el nuevo secretario general del Partido Socialista Unificado (SED, comunista) insistió en el papel guía de su partido, como si no hubiese escuchado las voces multitudinarias que desde hace semanas claman por la pluralidad y el poder compartido. «La sociedad socialista sólo puede desarrollarse bajo la dirección del partido, y por ello es importante para la aspirada renovación que el SED asuma su responsabilidad en todos los ámbitos», afirmó. Según Krenz, el régimen de la RDA está dispuesto a llevar a cabo todas las reformas que aporten «más socialismo y más democracia», y abordará «la renovación en todos los sectores». El nuevo dirigente de la RDA confesó que emprende su viaje con grandes expectativas y que desea conocer, sobre todo, las experiencias hechas por los soviéticos en su proceso de transformación.

Según noticias llegadas ayer desde Varsovia, Krenz también visitará «en los próximos días» Polonia. Puntos centrales de las conversaciones que Krenz mantendrá en Moscú serán las decisiones que tomará el comité central del SED cuando se reúna en Berlín Este entre el 8 y 10 de noviembre. Otto Reinhold, miembro del politburó, anunció el lunes que en la sesión se debatirán, entre otras, reformas económicas encaminadas a hacer más eficaz el sistema. Pero la población está pendiente sobre todo de los cambios personales, que afectarán a la mayor parte de la «vieja guardia» del politburó y a numerosos funcionarios de los niveles intermedios del partido. El interés se dirige ante todo a los puestos que ocuparán en el futuro los reformadores, como el berlinés Guenter Schabovsky o Hans Modrow, de Dresde, que ya han avanzado más que Krenz por la senda de la renovación.