Los chicos del Eurostat ya están aquí evaluando el rescate. Séneca.


Que la Merkel no tiene por Santo de su devoción a Zapatero es obvio desde que éste le costó las elecciones en Renania cuando ésta no tuvo más remedio que apoyar la hipótesis del rescate español, y dar por tanto credibilidad a lo que dijo Zapatero respecto a la posición de Alemania, empujada por sus socios europeos. Os extraigo este párrafo del texto que os he anexado en el enlace: "Pese a que la campaña electoral estuvo dominada por temas regionales como la política educativa y los problemas financieros de los municipios, los temores por la estabilidad del euro y el rescate financiero de Grecia, impopular en Alemania, dejaron su fuerte impronta en el comportamiento de los electores". Ya por aquel entonces comenzaron las cábalas sobre un posible rescate español y los renanos, que no son asnos bípedos como aquí se da el caso, sabían que si rescatar a Grecia suponía un agujero nuevo en sus cinturones, rescatar a España supondría comer exclusivamente pan y cebolla una larga temporada.


El caso es que la Merkel, y la amplia mayoría en Bruselas, no se fía de los datos salgadistas. El gobierno del típex y el tornadizo reculamiento (esta semana lo hemos comprobado con la abolición del despido por causas económicas de la nobel reforma laboral expresamente impuesta por la U.E) no posee suficiente credibilidad como para ejercer de termómetro a una economía enferma pendiente de intervención quirúrgica, en forma de rescate financiero, en caso de agravar su delicado estado.



El resultado de todo esto se traduce en que los chicos del Eurostat ya están aquí después de hacer una breve escala por Portugal y, como no, vienen comandados por un técnico y eurodiputado alemán de plena confianza de la Merkel (es afiliado al partido liberaldemócrata alemán, socios de la CDU de la Merkel cuya sociedad encumbró a la actual Canciller alemana al palacio presidencial berlinés) para realizar la susodicha "prueba del algodón", ése que nunca engaña.


Os dejo una entrevista concedida por el emisario alemán en el que, como titular, destaca que lo que os he adelantado no es una exageración ni un comentario sesgado: "El Ejecutivo (español) debe demostrar que está a la altura y cumplir con las reformas”

Wolf Klinz, Miembro jefe de la Comisión Especial para la Crisis Financiera, Económica y Social, actualmente visitando Madrid.

"El Ejecutivo debe demostrar que está a la altura 

y cumplir con las reformas”

Acude a España con su ‘equipo’ de eurodiputados para analizar la economía. Opina que los próximos tres meses “serán cruciales”.


Tras visitar Portugal, el eurodiputado liberaldemócrata por Alemania Wolf Klinz (Viena, 1941) acudió ayer a España como líder de la Comisión Especial para la Crisis Financiera, Económica y Social, formada por nueve miembros del Parlamento Europeo. Antes de reunirse con autoridades políticas y económicas españolas y de que se celebrase la subasta de deuda pública, el capitán del equipo enviado por Bruselas atendió a EXPANSIÓN.

Si usted fuera el presidente del Gobierno español, ¿cuán nervioso estaría?
Tal vez hoy estaría un poco menos nervioso que hace dos días, cuando se produjo la subasta de Portugal. A juzgar por el resultado de ésta, los mercados tienen en cuenta las medidas que toman los gobiernos para consolidar las cuentas públicas. El Gobierno lo está haciendo, sobre todo respecto al sistema de pensiones y las cajas de ahorros. De todas formas, hay que tener en cuenta que la subasta de deuda realizada por el Tesoro español es pequeña según los estándares del país. Lo realmente crucial para el futuro de España se producirá a lo largo de los tres próximos meses, hasta que se produzca la colocación de bonos en abril, que será muchísimo mayor. Durante ese período, el Ejecutivo deberá demostrar al exterior que está a la altura y que las reformas anunciadas cumplen su cometido. El auténtico reto está por llegar.

¿Cuál deberá ser la principal preocupación del Gobierno en estos tres meses?
Aparte de reformar las pensiones, se debe garantizar la transparencia de los activos bancarios. Todo el mundo, tanto los países de la eurozona como el mercado, debería conocer la exposición de las entidades financieras al mercado inmobiliario; qué préstamos se han hecho, cuánto dinero se va a perder, etcétera. Respecto a las cajas de ahorros, hay que tener claro que una fusión no es suficiente: si metes a dos personas enfermas en una cama, es muy probable que la enfermedad se agrave.

Su visita a España ha generado mucha especulación. Algunos creen que son como un grupo de detectives que viene a investigar la escena del crimen...
Es cierto que ha habido muchos rumores, tanto aquí como en Portugal, pero quiero aclarar que cuando planificamos la visita no teníamos ni idea de que se iban a producir subastas de deuda en ambos países. Nuestro motivo es otro. El mes pasado trasladamos siete preguntas a los miembros del Congreso, que deberán responder a finales de este mes, para elaborar un informe sobre coordinación fiscal europea. Queremos debatir este tema con ellos.

¿Hasta qué punto preocupa esa coordinación fiscal?
Hemos llegado a la conclusión de que no se puede tener una misma moneda sin una buena cohesión financiera entre los distintos Estados miembro, teniendo en cuenta las grandes diferencias en ingresos fiscales que separan a los países. Esto pasa, inevitablemente, por que los gobiernos cedan parte de su soberanía en algunos aspectos y por que la Comisión refuerce su autoridad en dichas áreas. No obstante, eso no sucederá sin el apoyo de los respectivos parlamentos nacionales. Tampoco creo que tengamos que llegar a crear un Tesoro a nivel europeo, a día de hoy no sería una solución práctica, pero podría llegar a ocurrir.

¿Tiene la UE un plan en el cajón por si hubiera que rescatar a España?
Es innegable que la ampliación del fondo de rescate implica que cualquier país grande puede recibir ayuda externa pero, hasta donde yo sé, no hay ningún plan. Hay más especulación que hechos. Es cierto que las cajas españolas tienen un problema, pero no lo es menos que su banca ha demostrado un menor uso de activos tóxicos que otras entidades de Europa como las irlandesas, y que los supervisores financieros españoles han hecho bien su trabajo. Además, el nivel de deuda de España es mucho menor que los de Grecia, Italia o Bélgica. Pero, insisto, el Gobierno debe garantizar más transparencia.

“La crisis no acabará en 2011”

Su país, Alemania, acaba de ofrecer un gran ejemplo de ese crecimiento, a diferencia de sus vecinos. ¿Podría acabarse la paciencia de Angela Merkel a la hora de financiar a sus socios?
¿Quiere decir que si Alemania podría llegar a marcharse de la eurozona? De ningún modo. El euro es un proyecto político con un destino común, por lo que sería un absoluto desastre que se quebrara la unión monetaria. No se puede contemplar ni remotamente esta posibilidad, y no se debe frivolizar con comentarios que apuntan a la expulsión de los miembros que tengan problemas financieros.

Pero es innegable que Merkel se ha opuesto a propuestas de Bruselas como los eurobonos...
La Constitución europea señala expresamente que la deuda de unos Estados no puede trasvasarse sin más a la de otros. Por este motivo, cada país de la eurozona aporta a la Facilidad de Estabilidad Financiera una cuota proporcional a su peso en el Banco Central Europeo, y Alemania ofrece la mayor parte. Pero eso no quiere decir que Alemania sea responsable de toda la eurozona. La propuesta del presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, de establecer un mecanismo de eurobonos choca con la Constitución alemana.

El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha planteado en un reciente artículo la posibilidad de que la crisis de la deuda en la eurozona finalice en 2011. ¿Está de acuerdo?
Lo dudo. Creo que reparar el sistema bancario europeo, incluyendo, por supuesto, el alemán, llevará más tiempo. Tal vez a finales de año la herida habrá dejado de sangrar, pero aún no será el momento de salir del hospital.

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