Por fin está aquí la esperada reforma energética. El déficit de tarifa se resuelve a impuestazos.
El Gobierno ha disparado a diestro y siniestro en la reforma del sector eléctrico. Eléctricas tradicionales como Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa; o de renovables, como Acciona, Abengoa, ACS y T-Solar, empezarán pronto a anunciar que son los más perjudicados. Es cierto que cada uno, a su manera, ha sido vapuleado con unas tasas que algunas no están dispuestas a asumir y que es más que probable que lleven a los tribunales. Pero el fuego ha sido a discreción y hay otros damnificados. El Gobierno ha disparado incluso hacia arriba, con lo que alguna tasa ha caído encima de todos los españoles ya que el Tesoro Público asume 2.100 millones de euros de los más de 5.500 millones que supone el ajuste.
En definitiva, todos los ciudadanos, con lo que cada español tendrá que asumir (al margen de subidas de tarifas de la luz que vengan en el futuro), unos 50 euros por cabeza.
¿Y cómo pagará el ciudadano esos 50 € que le corresponden por cabeza? Sin que se note, vía Tesoro Público. Éste asumirá, en 2013, parte de la gigantesca deuda que se ha creado en el sistema eléctrico desde hace más de una década por el denominado "déficit de tarifa". Este agujero, que es el que se trata de evitar con la reforma eléctrica, llegó en 2011 a un montante global de 24.000 millones. Para 2012, ya iba camino de los 30.000 millones. La reforma eléctrica trata de evitar que se siga generando déficit adicional cada año. El problema es que ahora hay que pagar también la deuda que existía de ejercicios anteriores.
Endesa, grupo presidido por Borja Prado, es una de las grandes eléctricas tradicionales en España. Será de las más afectadas por la reforma energética. Algunas fuentes calculan que podría suponerle un impacto de unos 700 millones en su cuenta de resultados. Sobre todo le afectan las nuevas tasas nucleares y la tasa hidráulica, pero también, como a todos, el canon del 6% sobre los ingresos de cada megavatio. Junto con Iberdrola, Endesa controla la central nuclear de Garoña, que ha decidido no pedir prórroga para seguir funcionando porque no le salen las cuentas.
A Iberdrola, la reforma le sacude por tres sitios sobre todo: nucleares, hidráulicas y renovables. A Iberdrola le habría gustado que la reforma eléctrica hubiera atacado el problema de las subvenciones a las renovables solares, porque su gran parque instalado es de eólica. Sin embargo, al final, el impuesto del 6% será lineal para todos. En el anterior borrador de reforma, que no se llegó a aprobar, a la eólica se le cargaba un impuesto del 11% de los ingresos y a la fotovoltaica un 19%. Es decir, Iberdrola ha recibido una de cal (menos carga por renovables) pero una de arena (igual que las solares).
Gas Natural Fenosa tiene un elevado peso de producción con centrales de ciclo combinado (que funcionan a gas). Sufrirá sobre todo el peso del nuevo impuesto verde al consumo de gas (más de 2,7 céntimos de euro por metro cúbico). Con esta tasa, el Gobierno calcula que se recaudarán más de 800 millones, pero, de esta cifra, unos 240 millones los soportarán las propias eléctricas con ciclos combinados de gas, como Gas Natural Fenosa. En el primer borrador que barajó el Gobierno, no obstante, este sablazo iba a suponer cien millones de euros más para las eléctricas.
Para Acciona, que tiene grandes intereses en energía eólica y termosolar, es un golpe de tal magnitud que podría llevarse por delante la cuenta de resultados de su división de energía. La compañía, presidida por José Manuel Entrecanales, sufrirá una nueva tasa del 6% en todos sus ingresos procedentes de producción eólica y termosolar en España. Habrá que ver el efecto final en los beneficios del grupo y otras competencias. La reforma llega en un mal momento para la división de termosoloar ya que Acciona estaba configurando una alianza internacional con el gigante Mitsubishi.
Así se distribuye el coste de la reforma eléctrica. Pica sobre la imagen para agrandar.
¿Y cómo pagará el ciudadano esos 50 € que le corresponden por cabeza? Sin que se note, vía Tesoro Público. Éste asumirá, en 2013, parte de la gigantesca deuda que se ha creado en el sistema eléctrico desde hace más de una década por el denominado "déficit de tarifa". Este agujero, que es el que se trata de evitar con la reforma eléctrica, llegó en 2011 a un montante global de 24.000 millones. Para 2012, ya iba camino de los 30.000 millones. La reforma eléctrica trata de evitar que se siga generando déficit adicional cada año. El problema es que ahora hay que pagar también la deuda que existía de ejercicios anteriores.
MÁS DEUDA PÚBLICA
Parte de esa deuda anterior, que estaba en el balance de las eléctricas, se financió pidiendo créditos al mercado con el sofisticado sistema de las titulizaciones (emisión de bonos). Para ello, el Gobierno creó el fondo Fade, con el que se otorgaba aval del Estado a esas emisiones.
Hasta ahora, el Fade ha hecho emisiones de 14.000 millones. Algunas se hicieron con vencimientos muy largos. Varias vencen en 2026. Pero otras se hicieron con vencimientos relativamente cortos. En concreto, la emisión número 5, que se realizó en octubre de 2011, vence el 17 de septiembre de 2013. En total, son 2.066 millones, con sus respectivos intereses (del 4,4%) que hay que devolver a inversores de medio mundo. Se encargará el Estado.
Lo hace en un momento en el que su obsesión es reducir la deuda pública. Todo un reto. Que las empresas se quejen más o menos de la parte que les toca del ajuste es relativo. Depende de con qué se compara. Sin duda, las eléctricas tradicionales, y en especial Endesa e Iberdrola, salen muy perjudicadas. En conjunto, para las grandes empresas hay un ajuste de más de 2.000 millones. Dependiendo de su mix de producción, saldrán mejor o peor paradas.
Lo hace en un momento en el que su obsesión es reducir la deuda pública. Todo un reto. Que las empresas se quejen más o menos de la parte que les toca del ajuste es relativo. Depende de con qué se compara. Sin duda, las eléctricas tradicionales, y en especial Endesa e Iberdrola, salen muy perjudicadas. En conjunto, para las grandes empresas hay un ajuste de más de 2.000 millones. Dependiendo de su mix de producción, saldrán mejor o peor paradas.
Por ejemplo, en el primer borrador de reforma que barajó el Ministerio de Industria, antes del verano, se contemplaba una tasa extra a la producción hidráulica con grandes presas (sobre todo en manos de Iberdrola y Endesa) de 415 millones. Ahora, esa tasa se queda en 304 millones. En conjunto, en este segundo intento de reforma, las eléctricas tradicionales (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E.ON y HC) salen tan mal paradas, o peor, que con el primer borrador. El hecho de que ayer subieran en bolsa se debe más bien a que se acaba la incertidumbre, no a que la situación sea mejor para ellas.
Las renovables puras, como Abengoa, Acciona o ACS, salen algo mejor paradas en general. En el primer borrador, se contemplaba una tasa del 11% de los ingresos para la eólica y del 19% para la fotovoltaica. Ahora, habrá una tasa lineal del 6% para todos.
Las renovables puras, como Abengoa, Acciona o ACS, salen algo mejor paradas en general. En el primer borrador, se contemplaba una tasa del 11% de los ingresos para la eólica y del 19% para la fotovoltaica. Ahora, habrá una tasa lineal del 6% para todos.
El primer borrador iba a detraer más de mil millones de las renovables. Ahora se queda en menos de 700 millones. Sin duda, la fotovoltaica ha salido beneficiada. Solo este sector iba a asumir, en el primer borrador, un ajuste de 523 millones, que se quedan en 165 millones.
La reforma afectará así a las grandes eléctricas (se esperan querellas a mansalva).
Endesa, grupo presidido por Borja Prado, es una de las grandes eléctricas tradicionales en España. Será de las más afectadas por la reforma energética. Algunas fuentes calculan que podría suponerle un impacto de unos 700 millones en su cuenta de resultados. Sobre todo le afectan las nuevas tasas nucleares y la tasa hidráulica, pero también, como a todos, el canon del 6% sobre los ingresos de cada megavatio. Junto con Iberdrola, Endesa controla la central nuclear de Garoña, que ha decidido no pedir prórroga para seguir funcionando porque no le salen las cuentas.
A Iberdrola, la reforma le sacude por tres sitios sobre todo: nucleares, hidráulicas y renovables. A Iberdrola le habría gustado que la reforma eléctrica hubiera atacado el problema de las subvenciones a las renovables solares, porque su gran parque instalado es de eólica. Sin embargo, al final, el impuesto del 6% será lineal para todos. En el anterior borrador de reforma, que no se llegó a aprobar, a la eólica se le cargaba un impuesto del 11% de los ingresos y a la fotovoltaica un 19%. Es decir, Iberdrola ha recibido una de cal (menos carga por renovables) pero una de arena (igual que las solares).
Gas Natural Fenosa tiene un elevado peso de producción con centrales de ciclo combinado (que funcionan a gas). Sufrirá sobre todo el peso del nuevo impuesto verde al consumo de gas (más de 2,7 céntimos de euro por metro cúbico). Con esta tasa, el Gobierno calcula que se recaudarán más de 800 millones, pero, de esta cifra, unos 240 millones los soportarán las propias eléctricas con ciclos combinados de gas, como Gas Natural Fenosa. En el primer borrador que barajó el Gobierno, no obstante, este sablazo iba a suponer cien millones de euros más para las eléctricas.
Para Acciona, que tiene grandes intereses en energía eólica y termosolar, es un golpe de tal magnitud que podría llevarse por delante la cuenta de resultados de su división de energía. La compañía, presidida por José Manuel Entrecanales, sufrirá una nueva tasa del 6% en todos sus ingresos procedentes de producción eólica y termosolar en España. Habrá que ver el efecto final en los beneficios del grupo y otras competencias. La reforma llega en un mal momento para la división de termosoloar ya que Acciona estaba configurando una alianza internacional con el gigante Mitsubishi.
Abengoa, grupo presidido por Felipe Benjumea, es el baluarte de la termosolar. Depende de cómo se mire, el proyecto de reforma que finalmente ha aprobado el Consejo de Ministros le perjudica más o menos igual que el primer borrador que se diseñó. Inicialmente, se contemplaba un impuesto a del 13% de los ingresos. El canon se quedará en el 6%, como el resto de tecnologías. El Gobierno intenta evitar pleitos por discriminación. Pero, en el nuevo proyecto, se impide a la termosolar cobrar primas cuando funcione con gas, el sistema más habitual de producción de la compañía. Abengoa podría recurrir por un cambio normativo retroactivo.
VAYA GOBIERNO MAS CHAPUZERO
ResponderEliminarDISFRUTEN DE LO VOTADO
Chapuzas las que hemos aguantado con los anteriores. Este da palos de ciego, el anterior bien sabía a quién ayudar: a los grandes
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