Acciones que afectan a tus finanzas y no lo sabes
Un sesgo cognitivo es un error de razonamiento o memoria que afecta el juicio y la toma de decisiones. Ocurren comúnmente cuando mantenemos nuestras preferencias en lugar de evaluar racionalmente una situación desde un punto de vista objetivo.
En las finanzas, los sesgos cognitivos pueden hacer que tomemos decisiones que son perjudiciales para nuestro bienestar financiero, como ahorrar menos, gastar más y tomar decisiones demasiado confiadas o imprudentes cuando no estamos completamente informados.
Tomar decisiones es difícil, especialmente las que tienen un impacto importante en nuestras billeteras. Con tanto margen para el error cognitivo, no es de extrañar que siete de cada diez estadounidenses pospongan la toma de decisiones financieras, y más de la mitad no haya realizado un movimiento importante de dinero en los últimos tres años.
Cuando no tenemos cuidado, los sesgos cognitivos pueden afectar el crédito , empeorar la deuda y absorber los ahorros. Por ejemplo, en un estudio, un tercio de los inversores continuó gastando dinero con demasiada confianza en un proyecto, incluso después de recibir consejos de diagnóstico de que ya no era prudente.
Si en este momento no te sientes demasiado seguro sobre tu futuro financiero, no temas. Una vez que comience a reconocer sus propios sesgos cognitivos a medida que surjan, algunos ajustes simples en su mentalidad lo pondrán nuevamente en el camino hacia la prosperidad financiera.
Para ayudar, hemos elaborado una guía de los sesgos cognitivos más comunes que afectan nuestras finanzas y cómo evitarlos.
En las finanzas, los sesgos cognitivos pueden hacer que tomemos decisiones que son perjudiciales para nuestro bienestar financiero, como ahorrar menos, gastar más y tomar decisiones demasiado confiadas o imprudentes cuando no estamos completamente informados.
Tomar decisiones es difícil, especialmente las que tienen un impacto importante en nuestras billeteras. Con tanto margen para el error cognitivo, no es de extrañar que siete de cada diez estadounidenses pospongan la toma de decisiones financieras, y más de la mitad no haya realizado un movimiento importante de dinero en los últimos tres años.
Cuando no tenemos cuidado, los sesgos cognitivos pueden afectar el crédito , empeorar la deuda y absorber los ahorros. Por ejemplo, en un estudio, un tercio de los inversores continuó gastando dinero con demasiada confianza en un proyecto, incluso después de recibir consejos de diagnóstico de que ya no era prudente.
Si en este momento no te sientes demasiado seguro sobre tu futuro financiero, no temas. Una vez que comience a reconocer sus propios sesgos cognitivos a medida que surjan, algunos ajustes simples en su mentalidad lo pondrán nuevamente en el camino hacia la prosperidad financiera.
Para ayudar, hemos elaborado una guía de los sesgos cognitivos más comunes que afectan nuestras finanzas y cómo evitarlos.
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