Jaque al euro a la italiana para despedir el nefasto 2012

Hace poco menos de un mes, el Gobierno tecnócrata de Mario Monti cumplió un año. Y rubricó la efeméride con esta grandilocuencia: "Sin las políticas de rigor aprobadas por el Ejecutivo italiano no existiría la eurozona o se habría quedado reducida a su dimensión geográfica". La frase puede tildarse de exagerada, pero ¿y si encerrara más verdad de lo que parece? Porque ahora, cuando la era Monti se enfrenta a un final anticipado y la incertidumbre se adueña de los mercados, se abren unos meses en los que la eurozona se la juega una vez más, según los analistas.

El anuncio de dimisión de Monti -después de que Silvio Berlusconi retirara su apoyo al Ejecutivo italiano y anunciara que optará de nuevo a dirigir el Gobierno- tuvo ayer consecuencias en los mercados secundarios de deuda soberana. Pese a que el tecnócrata prometió no irse hasta aprobar los Presupuestos de 2013, los inversores castigaron a Italia, cuya prima de riesgo volvió a superar los 350 puntos básicos, 28 por encima de la apertura.

Algo que contagió al riesgo país de España, que escaló desde 416 hasta 438 puntos básicos al inicio de la sesión, para quedarse finalmente en 426.

Los analistas consideran que el ínterin que se abre desde ahora hasta las elecciones generales italianas -probablemente, a finales de febrero- abonan la incertidumbre sobre la solidez de las políticas comunitarias de ajuste, ya que Silvio Berlusconi ha rechazado la vía de los recortes emprendida por Monti.

Por ejemplo, el think tank londinense Open Europe señala que será "una campaña electoral donde el futuro de la crisis de la eurozona y la austeridad será uno de los temas centrales, como ocurrió durante las elecciones griegas".

Los expertos de Nomura fueron más directos: "La incertidumbre política italiana pone de relieve la insuficiencia del cortafuegos [de rescate] de la UE". "Los inversores tienen toda la razón para preocuparse, y van a exigir algo más de prima a Italia de aquí a las elecciones, porque es un país que estaba capitalizando la seriedad de Monti... y poco más", apunta José Manuel Amor, analista de AFI. En un pequeño efecto dominó, eso "afectará" a España, pero, sobre todo, a la moneda común: "Al final, el euro va a ser lo más sensible a esto", agrega Amor.

Toda Europa sabía que el mandato de Monti era tan excepcional como caduco, pero aún quedaban sobre su mesa varias reformas importantes, como la electoral, que excluye la posibilidad de que una persona condenada por la justicia sea candidato, lo que afecta personalmente a Berlusconi. He ahí una de las razones del anuncio de Il Cavaliere.

Pero hoy por hoy lo más probable es que el partido Pueblo de la Libertad de Berlusconi deje de ser la principal fuerza, en favor de los socialdemócratas del PD, liderados por el flamante ganador de las primarias, Pier Luigi Bersani. Éste ya se han comprometido a asumir las reformas de Monti como propias. Por eso, el tecnócrata quiso mostrarse ayer tranquilo. De viaje en Oslo, Monti dijo que "no se deben dramatizar las reacciones de los mercados. Confío mucho en que de las elecciones saldrá una coalición y un Gobierno altamente responsable con los compromisos europeos y en línea con los enormes esfuerzos ya realizados para el saneamiento".

El escenario apuntado por Monti es el más probable, a juicio de Royal Bank of Scotland, que contempla tres posibles resultados electorales: "Una coalición estable de centro-izquierda (55% de probabilidad), una coalición de centro-derecha (25%) y un segundo mandato de Monti (20%)".

El primer ministro habló ayer sobre esa posibilidad de presentarse como candidato: "No estoy considerando ese tema. En particular en esta fase todos mis esfuerzos están concentrados en completar el plazo que queda al Gobierno", informa Graziella Ascenzi desde Roma. Pero el diario Financial Times reveló poco después en su web que Monti está manteniendo conversaciones con los partidos centristas que le piden que lidere una candidatura.

Monti alertó, por último, del "regreso de los populismos". Se trata de una clara alusión a Berlusconi, que ha proclamado estos días la razón de su vuelta: "Muchísimos me piden que salve a Italia. (...) La situación es hoy mucho más grave que hace un año, cuando dejé el Gobierno por sentido de responsabilidad y por amor a mi país. Hay un millón de parados más, la deuda aumenta, el poder adquisitivo se desploma, la presión fiscal está a niveles insoportables… No lo puedo consentir". Este tipo de mensaje "populista y anti-austeridad" puede jugar a su favor, a juicio de Nomura, que enfatiza que "la salida anticipada de Monti aumenta las posibilidades de ingobernabilidad".

Queda claro que hasta febrero los inversores van a dudar de Italia, y que ello afectará a España. Al final, puede que todo se reduzca, como subraya Open Europe, a que "los mercados se habían vuelto demasiado complacientes con Italia". Sea por lo que sea, a Europa le toca, una vez más, sufrir.