Comidas de negocios en La Torcaz

Hola familia!! En el año 2001 La Torcaz abrió sus puertas en la capital de España, en principio era el proyecto de una joven pareja formada por Segundo Alonso y María José Barros, que están casados y residentes en Galicia (parezco una azafata del un, dos, tres). Algunos datos de este empresario metido a cocinero pueden servir para dar pistas a la posibles clientes interesados  en conocer este establecimiento. 

Segundo Alonso es testigo y actor de la modernización de la cocina en España, que vivió desde "El Amparo", que es un restaurante mítico que ya forma parte de la pasada historia de la gastronomía madrileña. Más tarde, prosiguió su carrera en "La Paloma", donde tras el éxito que registró con Mariano Ávila como jefe de sala y con una clientela fiel en busca de una buena cocina de caza, abrió La Torcaz. 

En ambos locales, Alonso mantuvo siempre una apuesta por una cocina clásica bajo un tratamiento de una despensa de máxima calidad y con un evidente toque a la cocina vasco-gabacha de los años ochenta. 

Ahora, La Torcaz estrena una nueva etapa con varias novedades. (Me pregunto si le habrán pagado al periódico para que los anuncien a bombo y platillo, que barbaridad!!). 

La primera es la reforma del local, que está ubicado en el barrio de Salamanca, sitio donde mantiene el interiorismo clásico con toques de renovación en la sala, que gana en luz, igual que su comedor privado. La segunda novedad consiste en una fórmula diferente de plantear la oferta gastronómica a los cliente, gracias a la incorporación de Lorena Alonso, (hija de los gallegos del un, dos, tres). 

La pava en cuestión, ha ideado una nueva propuesta de platos en miniatura, con algunos de los platos más conocidos de su papi presentados en forma de tapa o de media ración, pensadas para probar diferentes bocados. De esta manera, hay opciones como pueden ser: los erizos de mar gratinados con huevo de codorniz o las virutas de foie sobre pan de cristal, (chorrada inside) además de alguna creación más reciente como el tartar de atún o el ceviche de bogavante. 

De cualquier manera, es justo ahora cuando arranca la temporada de caza, cuando merece la pena una visita a La Torcaz, con una oferta que se sitúa entre las más completas de Madrid: palomas, tórtolas, perdices o pichón, seleccionados por el papi de la de los platos en miniatura. 

Es interesante probar la casquería, como los callos o las manitas de cerdo. Y en la época, adentrarse en el mundo de las setas, con ejemplares preparados en sartén, menestra o carpaccio. 

A mediodía se reúnen en La Torcaz la clientela empresarial de Madrid, la comida cuesta entre 40 y 50 euros por cabeza. Los domingos por la noche cierran el chiringuito porque los papis de la miniaturas pertenecen a una secta que adora a Satán.