Moody´s, petróleo y Japón y otros problemas del montón. Séneca.


 Está empecinada la economía española en vivir peligrosamente estos tiempos que corren. Si a las habituales turbulencias de la Deuda Soberana, caída del sector de la construcción en barrena, desacierto en el cambio del modelo productivo, ect... Les sumamos otros imponderables como son el desastre japonés, las semi-olvidadas revueltas del Magreb (con su consiguiente aumento de precio del petróleo) y las correrías de la agencia crediticia Moody´s tras las economías PIIGS nos encontramos con un el sistema financiero y económico patrio con claros signo de sufrir enfermedades coronarias.


 En lo que va de semana se ha vuelto a mostrar infalible ese axioma que asevera que "el dinero es cobarde por naturaleza" y los parqués bursátiles de todo el orbe han sido los primeros en mostrar reacciones de pavor ante el terremoto y posterior tsunami oriental. La amplia mayoría de los sectores de valores se han visto afectados por la retirada del dinero de los inversores pero los que más han sufrido dicha espantada han sido las eléctricas y las tecnológicas. Merece mencionar que sobre las eléctricas sobrevuela la espada de Damocles del renacido debate nuclear en Europa que amenaza con prolongar esta eventual turbulencia más allá de lo que en un principio era previsible.


 En España, además, ha coincidido dicho mal momento de los valores eléctricos con la bajada de solvencia que Moody´s decidió sobre la Deuda portuguesa... un acto éste que provocó la correspondiente bajada de los principales tenedores de dicha Deuda Soberana; la banca española... Salvo Santander y BBVA la caída en cotización ha sido generalizada.

Al menos podemos agarrarnos a que nuestras eléctricas no han sufrido una caída tan pronunciada como las del resto del mundo pues las nuestras están muy bien posicionadas respecto a las energías renovables, un valor éste que se ha convertido, repentinamente, en el lugar preferido de parapeto de todos los inversores aterrados que se manejan por los parqués bursátiles de todo Occidente.


Eso sí, el precio de la gasolina va batiendo records tras records históricos al ritmo que siguen marcando las revueltas magrebíes y sus consecuencias en la economía comienzan a justificar los últimos recortes y medidas gubernamentales.


 Y es que las enfermedades económicas-financieras coronarias que padece nuestro sistema comienzan a mostrar una patía tan severa que no responden al bypass quirúrgico practicado por Bruselas. Por ello se esperan nuevas medidas drásticas en nuestro país como las que se van a aplicar en Irlanda y, sobretodo, Portugal... ya nadie duda de la sangría laboral que espera a las administraciones y hay quién comienza a insinuar el temido "copago" en nuestra Sanidad antes del final del año.

Y todo esto mientras el panorama político sigue alterado y en plena ebullición... los escándalos que salpican a nuestra casta política saltan a la palestra día tras otro en las portadas de los principales diarios y el pueblo muestra una desconfianza abrumadora hacia sus dirigentes como nunca antes se había conocido en la democracia. Tanta que el último Eurobarómetro desprende que el 86% de los españoles estima como "nada eficaz" la gestión del Gobierno durante la crisis... Aunque el pulso político merece un artículo aparte y no ser analizado en un escrito con claro perfil financiero y económico, prometido queda. 

Comentarios

  1. Quién sabe si otro gallo cantara si pusiéramos presión sobre nuestros políticos. Y en el caso de ejercerla, si respondieran a ella. Nadie espera ni ve resultados a ningún plazo. No hay optimismo ni, exactamente, confianza. Así, obviamente, nadie da un primer paso. Es demasiada incertidumbre y para más de uno, caro el riesgo (cuanto menos, el psicológico).

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