Un repaso a la justicia española con Xiol Ríos.

Leyendo el Expansión esta mañana no me he podido resistir a subiros esta interesantísima entrevista, cuyo protagonista es uno de los mejores juristas del país sin discusión alguna, en la que se repasa la actualidad de la justicia española y sus temas más candentes. La temática abarca desde la reforma de la ley de desahucios, las polémicas tasas judiciales, la inminente huelga de jueces o la reforma del Poder Judicial. Aquí os la dejo, no tiene desperdicio.




Juan Antonio Xiol Ríos (Barcelona, 1946) es uno de los juristas más reconocidos de nuestro país, autor de una consolidada jurisprudencia de derecho al honor y libertad de expresión y un claro exponente de transparencia institucional. En 2009 obtuvo el Premio Pelayo y hace pocos días recibió el galardón de la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (Acijur) por su labor al frente de la Sala Civil del Alto Tribunal. Es inevitable empezar preguntándole por uno de los temás de máxima actualidad, los desahucios, tras la crítica de un informe del CGPJ y el anuncio del Gobierno de que estudia una modificación.

¿Cree que es un abuso el sistema legal de desahucios?



Tenemos problemas en estos momentos en el sistema de ejecución de deudas hipotecarias. Es un sistema pensado quizás para otra época, cuando más o menos funcionaba de forma razonable, porque se partía de la base, y probablemente con razón, de que el deudor normalmente tenía un cierto grado de mala fe y entonces el sistema era muy riguroso, muy exigente respecto a los desahucios, porque se pensaba que aquella persona que era reticente al pago debía hacer frente a sus obligaciones, lo cual era profundamente razonable en un mundo en el que los compromisos deben cumplirse.

Pero ahora nos encontramos en determinadas épocas con una situación especial, en las que el deudor que no paga no siempre lo hace por mala fe, sino porque han cambiado las circunstancias, porque ha habido una crisis que depende de factores por encima de los contratantes. Y en estos casos, un procedimiento tan riguroso pensado para la mala fe del deudor da lugar a situaciones complicadas.

Existen formas de tratarlo de otra manera, siempre que se cumplan los compromisos. Ya ha habido una modificación del sistema, pero a mi juicio todavía hay margen para introducir ahí una regulación mucho más humana con todos los puntos de vista.

LA CONTROVERTIDA HUELGA DE LOS JUECES.



Las asociaciones de jueces han convocado para el 23 de noviembre concentraciones de protesta e, incluso, podría convocarse una huelga. En cuanto al terreno jurídico de las huelgas de los jueces, en si es o no constitucional, "me inclino porque sí lo son", asegura Juan Antonio Xiol Ríos. Pero por otro lado, "una huelga de jueces no es conveniente, porque ejercemos un poder del Estado. Por lo tanto, la huelga como instrumento de presión para una reivindicación económica no encaja bien dentro del poder basado en la autoritas de los jueces", explica Xiol. Significa que "nos despojamos de nuestra razón de jueces para ser sólo trabajadores. El elemento adecuado es la negociación a través de las asociaciones judiciales", añade.

Otro tema polémico es la implantación de tasas judiciales. ¿Le parecen bien?

Establecer unas tasas desde el punto de vista constitucional es posible. Pero debo decir que la introducción de las tasas debe hacerse con mucho cuidado para que no supongan un desequilibrio entre ciudadanos, entre los más ricos y los menos; que no haya zonas de exclusión por razones económicas y se cumpla el principio de igualdad. Y además, las tasas no pueden suponer ningún impedimento de acceso a los tribunales, porque es una de las garantías del sistema democrático y, por lo tanto, siempre hay que regular las tasas teniendo en cuenta estos dos principios.

¿Qué opinión le merece el proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial?

Todavía no lo sabemos todo. En cuanto a la regulación del CGPJ, a mí me parece necesario porque es un órgano que ha tenido problemas en distintas etapas y con personas diferentes. Algunas de las cosas que se dicen en el proyecto de reforma van por la vía acertada.

Este año tuvo que presidir en funciones durante un mes el Supremo y el CGPJ por la dimisión de Dívar. ¿Qué significó esa responsabilidad?

La dimisión del anterior presidente fue por un acontecimiento traumático y me hice cargo para poder normalizar la situación en ese mes. Intenté hacer efectivo que el Supremo y el CGPJ funcionaban con normalidad y que seguían mereciendo la confianza de los ciudadanos.

¿Es un puesto que usted aceptaría si se lo ofrecieran?

Evidentemente sí. Cualquier magistrado debería aceptarlo si se lo piden. Para mí ahora no coincidía con mis expectativas, porque era un periodo residual de un año.



Hay quien dice que usted anhela ser magistrado del Constitucional. ¿Es cierto?

Mi trayectoria está muy marcada por el Constitucional, donde fui letrado y secretario general en una época importante en la que veíamos este tribunal no sólo como garante de la Constitución, sino de la democracia. Sería para mí una satisfacción ser magistrado de este tribunal.

¿Por qué muchas personas creen que el Constitucional es casi un tribunal de casación del Supremo?

El sistema es claro, lo que ocurre es que históricamente han existido episodios de conflicto, básicamente porque ha habido una inflación del recurso de amparo. Parecía que todo se podía llevar al amparo y eso hizo que se atascase el TC. En los últimos tiempos, los conflictos han disminuido mucho.



¿Cree que están bien pagados los jueces, en concreto los del Supremo?

Es relativo. Nuestra posición económica en la actual situación y comparado con otros sectores puede parecer privilegiada, pero al lado de otras profesiones jurídicas similares en conocimiento, exigencia y responsabilidad creo que estamos mal pagados.

¿Qué le parecen los jueces que abandonan la judicatura, algunos el Supremo, para fichar por prestigiosos bufetes?

Hay que respetar plenamente la autonomía de cada individuo y sus razones personales. La labor de magistrado es muy dura desde el punto de vista profesional y anímico. Hay mucha presión.

¿Usted se ha visto alguna vez tentado de hacerlo?

Hasta ahora no, pero no digo que no ocurra mañana. A mí la carrera judicial me ha llenado mucho y no me he planteado esta opción.

* Juan Antonio Xiol Ríos, inició su carrera en 1972 en los juzgados de primera instancia e instrucción de Cervera (Tarrasa) y San Feliú de Llobregat (Barcelona) y más adelante en salas de lo Contencioso-administrativo de Vizcaya, Barcelona y Madrid. Ocupó el turno de especialista de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo en 1986. Además de la presidencia de la Sala de lo Civil, que ahora ejerce, ha sido presidente de las Secciones Cuarta y Séptima de la Sala Tercera del Supremo. Xiol Ríos ha desempeñado además labores cargos en otros órganos judiciales. Así, fue letrado y secretario general del Tribunal Constitucional y director general de Relaciones con la Administración de Justicia en el año 1982 en la época del ministro socialista Fernando Ledesma. Además, ocupó el puesto de vocal del Consejo General del Poder Judicial entre los años 1990 y 1996 coincidiendo con la dirección del órgano de gobierno de los jueces del actual presidente del Tribunal Constitucional Pascual Sala. Su último cargo de relevancia ha sido el de presidente del Supremo en funciones tras la dimisión de Carlos Divar.

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