Financiación autonómica: la Comunidad de Madrid contra las privilegiadas y aspirantes a ello.

La Comunidad de Madrid desembarca con fuerzas en el debate sobre el nuevo sistema de financiación autonómica, que caduca justo antes de que acabe el año. Aunque el ministro Montoro no tiene demasiada prisa en acelerar los acontecimientos, el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, pronunció ayer una conferencia, delante de la plana mayor de Hacienda, en la que abogó por eliminar los privilegios fiscales de País Vasco y Navarra.

Enrique Ossorio

Ossorio destacó que, a su juicio, sería justo que dos regiones “ricas” como País Vasco y Navarra contribuyan también a la “solidaridad” financiera entre territorios y que comiencen a “converger” a este respecto con las autonomías del régimen general. De hecho señaló que “quizá” es el momento de plantear si tiene “sentido” que País Vasco y Navarra “no aporten” a pesar de recibir entre un 40% y un 60% más de financiación que las autonomías de régimen común. “Es el momento de plantearse que dos regiones ricas no aporten a la solidaridad”, enfatizó. “Quitarían presión en el sistema”, remachó el consejero.

Ossorio explicó que la Constitución reconoce los derechos históricos de País Vasco y Navarra, cuyo concierto económico se calcula cada cinco años. Eso sí, advirtió a renglón seguido de que la Carta Magna no dice nada sobre la posibilidad de que las dos comunidades no aporten al sistema de solidaridad.

El pacto fiscal catalán

Además, el consejero precisó que el actual sistema foral de País Vasco y Navarra es posible desde el punto de vista económico y financiero porque las dos comunidades tienen un tamaño reducido en función del PIB regional. En román paladino, que no sería sostenible un nuevo sistema en el que, a cambio de desactivar los planes independentistas de Artur Mas, el Gobierno accediera a implantar en Cataluña el famoso Pacto Fiscal, que no es más que reducir la aportación al sistema de solidaridad en el que se basa el régimen común. “Si otra comunidad mayor encontrara un sistema igual al vasco o al navarro, el sistema quebraría”, advirtió el consejero.

Acompañado por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta; la de Presupuestos, Marta Fernández Currás; y el de Hacienda, Miguel Ferre; Ossorio enumeró una serie de principios que habrá que tener en cuenta a la hora de negociar el nuevo modelo de financiación. En resumen, que sea fruto de una negociación multilateral –y no se negocie sólo con Cataluña como el último–; que sea “claro y transparente”; que aporte más recursos a las comunidades, y que reparta de forma “ecuánime” tanto el IVA e Impuestos Especiales. También ve importante que se mantenga la solidaridad, que se premie a las regiones que son austeras y cumplen el objetivo de déficit y que se incentive a las comunidades que quieran crear riqueza en sus regiones.

Enrique Ossorio se quejó de que el actual sistema está pensando para perjudicar a Madrid, que a pesar de tener una condiciones económicas similares a Cataluña recibe menos fondos por culpa de “trampas”. “El modelo de 2009 es una maraña de fondos y reglas incomprensibles que se articularon atendiendo a un pacto político que debía beneficiar especialmente a dos regiones”. Es decir, a Cataluña y Andalucía. “La trampas del modelo llevan el nombre y los apellidos de la Comunidad de Madrid, como es el caso del Fondo de Competitividad”, avisó.

Según el consejero de Economía de Madrid, si no existieran artimañas para beneficiar a Cataluña, Madrid tendría a su disposición anualmente 2.473 millones de euros más. Ossorio se quejó de que “no puede ser que, si este año Madrid ha perdido 1.000 millones de euros del sistema de financiación, haya tenido que aportar 3.000 millones”.

Ossorio cuantificó que su comunidad ha aportado, en los últimos cinco años, 15.000 millones a la solidaridad entre regiones mientras que Baviera llevó al Constitucional el sistema de financiación alemán porque durante 30 años aportó al resto de regiones 20.000 millones de euros.