El sudoku autonómico prosigue: Montoro y Mas más cerca en la distancia.

“Siempre que hablas con empresarios te ponen deberes”, bromeaba ayer Cristóbal Montoro. Sin embargo, el ministro de Hacienda admitió que no todas las peticiones se pueden cumplir, y ayer evitó comprometerse con una de las reivindicaciones que le plantearon en la asamblea de Fomento del Trabajo, en la que participó. Joaquín Gay de Montellá, presidente de la patronal catalana, le había pedido por la mañana que Cataluña disponga de un objetivo de déficit que se mueva entre el 1,7% del PIB y el 1,96% con que se cerró el año pasado. “El 2% no será nunca, ni hablar”, es lo único que se atrevió a confirmar Montoro.

El ministro de Hacienda no quiso comprometerse con ninguna cifra en concreto, ya que esta se acabará de determinar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se debe celebrar entre junio y julio. “Seguimos considerando todas las posiciones”, dijo en referencia a las distintas voces alzadas dentro de su propio partido: desde los que piden un déficit igual para todos, como Extremadura, hasta los que se conformarían con un techo asimétrico si se ofrecen incentivos a las comunidades cumplidoras, como Madrid o Galicia.

Montoro señaló que Cataluña no puede estar reivindicando un objetivo de déficit superior al de 2012, porque la senda impuesta por la Comisión Europea y defendida por el Gobierno es la de una paulatina reducción del desfase presupuestario hasta alcanzar el 3% en 2016. Además, recordó que “a la Generalitat le interesa reducir el déficit porque eso le devolverá la credibilidad para regresar a los mercados”.

Respiración artificial

De las palabras de Montoro se desprendía que tampoco ofrecerá un mayor margen de maniobra si finalmente se abre el déficit a la carta. Es decir, que ninguna autonomía podrá registrar un desfase superior al del pasado ejercicio pese a que el objetivo para el conjunto de las comunidades se ha elevado del 0,7% al 1,3% del PIB para 2013. En este sentido, son Madrid, Extremadura, Canarias, La Rioja, Cantabria, Asturias y Galicia tendrán que reducir también su déficit, pese a que ya cumplieron con las exigencias de Hacienda en 2012. “Lo contrario es estar con respiración artificial”, comparó el dirigente popular.

Montoro pidió valentía política a la Generalitat, aunque asumió que las medidas de austeridad “políticamente tienen sus problemas, pero es el camino que estamos recorriendo todos; también hay problemas para el Estado”. Montoro, pese a todo, también tuvo buenas palabras para la gestión del Ejecutivo de Artur Mas, al ensalzar su labor para reducir a la mitad el déficit entre 2011 y 2012, al pasar del 3,9% al 1,96%. También valoró “positivamente” la supresión de empresas públicas, y avanzó que la Generalitat ya ha eliminado, o está a punto de hacerlo, el 70% de las entidades a que se comprometió.

Mas, que ha recibido el apoyo de sindicatos y patronales para negociar un déficit superior al de la media para Cataluña, volvió a insistir ayer en que no presentará los Presupuestos de 2013 “a cualquier precio y de cualquier manera”, y defendió que la Generalitat no está “cómodamente instalada” en la prórroga presupuestaria, ya que ello no le deja priorizar medidas.

Mas se cita con la Renfe francesa

Uno de los caballos de batalla de la Generalitat con el Gobierno siempre ha sido la gestión de Cercanías. En 2010 pactaron el traspaso de este servicio ferroviario, a cambio del compromiso de invertir 4.000 millones de euros hasta 2015 por parte del Estado. También se pactó que se reformaría la ley ferroviaria para que la Generalitat pudiese escoger un nuevo operador a partir de 2012, y aunque no se ha procedido a este cambio, Artur Mas ya lanza advertencias veladas a Renfe de que le retirará el servicio. El presidente de Cataluña se reunió ayer con el responsable de SNCF, la Renfe francesa, y hará lo mismo con los presidentes de las empresas ferroviarias de Italia y Alemania. “Renfe es un operador importante que no se puede menospreciar, pero que sea ahora el exclusivo no quiere decir que lo sea para siempre”, advirtió Mas en una visita oficial a París.