Nueva subida de impuestos del Gobierno que prometió bajarlos en elecciones.
El Gobierno asesta otro varapalo tributario de 3.650 millones de euros a todo tipo de empresas, grandes y pymes, con el fin de financiar las exenciones fiscales para emprendedores y seguir conteniendo el déficit. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, concretó ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la subida del Impuesto sobre Sociedades que anunció el 26 de abril se trata de la supresión total de la deducibilidad de las pérdidas por deterioro de cartera de valores y las rentas negativas producidas en el extranjero. Además, detalló la subida de tabaco y alcohol que también sugirió en abril y anunció la creación de un nuevo impuesto medioambiental que grava al gas fluorado (aire acondicionado para entendernos). Todas estas alzas suponen 4.690 millones al año.
Sin embargo, el ministro dijo ayer que la subida de Sociedades se aplica sólo a las grandes empresas, como denominó en abril a aquéllas con una facturación superior a los 20 millones de euros, la ligó a la necesidad de paliar “el deterioro de la recaudación” y demonizó el hecho de que “los grandes contribuyentes tributen un 5% de media”. Fuentes de Hacienda aclararon después que la medida afecta a todo tipo de empresas, cotizadas y no cotizadas, y de cualquier tamaño y volumen de operaciones, que no podrán deducirse la pérdidas por deterioro de valores en España y en el extranjero.
La medida se articulará en un Proyecto de Ley con efectos desde 1 de enero de 2013 y se pagará, previsiblemente, en el último pago fraccionado del año, el de diciembre, por lo que el impacto recaudatorio para 2013 es de 578 millones y, para 2014, de 3.100 millones. Para calibrar el impacto del alza, cabe recordar que todas las subidas de Sociedades de 2012 supusieron 6.470 millones de euros, y la de 2013, el límite a la deducción por amortización del 70%, 2.371 millones.
Este incremento, insistió ayer Hacienda, “si bien es aplicable a todas las empresas, tendrá una mayor incidencia en las grandes empresas, que son las que tienen participaciones significativas en otras empresas radicadas en España o en el extranjero”. Sin embargo, los fiscalistas lamentan el impacto que va a tener en medianas empresas, por ejemplo, y en las que se han internacionalizado, y esperan que el régimen transitorio, para el que se obliga a revertir pérdidas, no sea dañino. El Fisco informó de que se establecerá un régimen transitorio aplicable a períodos impositivos previos a enero de 2013, de modo que las pérdidas deducidas con anterioridad a 1 de enero de 2013 también reviertan con el reparto de dividendos por las entidades participadas.
Los expertos antes citados explican que esta medida obligará a las empresas a consolidar fiscalmente, y puede llevar a vender o a liquidar las participadas, ya que no pueden esperar a deducirse pérdidas.
El Gobierno sostiene que España mantiene uno los regímenes más ventajosos respecto a la deducción por la provisión de depreciaciones de cartera y Montoro ya señaló que el objetivo del Gobierno pasa por homogeneizar el Impuesto sobre Sociedades. En particular, Hacienda se fija en el tributo que grava los beneficios en Alemania, aunque este país compensa las limitaciones al apalancamiento con otras medidas para no perjudicar la liquidez de las empresas. Montoro no respondió ayer a la pregunta de si estas alzas se compensarán con una bajada del tipo nominal del 30% en la reforma tributaria que presentará en marzo de 2014.
Hacienda anunció ayer que todas las subidas de Sociedades que eran transitorias se mantendrán en 2014, lo que ya sugirió en abril, y sobre todo, también en 2015. El conjunto de incrementos fiscales a las empresas suponen 9.000 millones al año. Tales medidas afectan, entre otros, al pago fraccionado mínimo del 12% para entidades con operaciones de más de 20 millones, a la limitación a la compensación de bases negativas y al límite a la deducibilidad del fondo de comercio.
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La limitación de la deducibilidad de gastos financieros del 30% desde 2012, y la eliminación de la deducibilidad de pérdidas por deterioro de valores serán ya permanentes.
Asimismo, el Fisco ratificó que la subida transitoria del IBI de unos 900 millones que iba a eliminar en 2014 se mantendrá y, además, seguirá también en 2015. El único incremento que se suprimirá en 2015 antes de las elecciones generales será el del IRPF.
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