Cataluña pide al Gobierno el rescate a la catalana; con demasiado orgullo.

Cataluña hará una petición formal de rescate al Gobierno por 5.023 millones de euros para poder cubrir sus necesidades de financiación hasta finales de año. El mecanismo que debe aportar este dinero, el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), no está todavía activo, pero las urgencias financieras de la Generalitat, que seguramente no podrá pasar septiembre sin esta aportación, han llevado al Govern a meter prisa y, de paso, marcar una línea roja antes de que Moncloa establezca el precio que se va a cobrar por el auxilio autonómico. "No daremos las gracias ni aceptaremos condicionantes políticos; es dinero de los catalanes", advirtió el portavoz del Govern, Francesc Homs.

La espada de la intervención pende sobre Barcelona desde el momento en que el Gobierno se propuso atar en corto a las comunidades autónomas, y la Generalitat no quiere que " se confundan los ajustes económicos con un plan recentralizador", explican desde el Govern. Cataluña no está dispuesta a aceptar más condicionantes que los descritos en el decreto del pasado julio, que implican un exhaustivo control de la gestión financiera pero nada más. En este sentido, tampoco ve necesario aplicar un nuevo tijeretazo a las cuentas públicas porque confía en que su plan de ajuste será suficiente para cumplir el límite de déficit. "Las condiciones del ajuste están fijadas en el plan de reequilibrio aprobado por Hacienda", dijo Homs.

URGENCIA FINANCIERA

Un crédito del Gobierno central es la fórmula que menos gusta a Cataluña y preferiría lograr el dinero de cualquier otra forma, pero no puede. Con el anuncio de ayer, la Generalitat espera meter presión a Moncloa para activar el FLA, porque es probable que, sin él, la hacienda catalana vuelva a tener serios problemas en el pago de nóminas y a proveedores el mes que viene.

La Generalitat ve con temor cómo la activación del fondo de rescate autonómico se ha ido demorando sucesivamente, hasta el punto de que no está claro de donde van a salir los 18.000 millones de aportación. "Hace más de ocho meses que se promete este mecanismo pero, por ahora, no hay nada", explican fuentes del Govern.

Por si fuera poco, los 5.023 millones reclamados es lo que necesita la Generalitat para llegar a fin de año, pero tampoco tienen claro que se les vaya a conceder la totalidad del crédito. La petición de Cataluña supone el 28% del FLA. Y están por venir, como mínimo, las solicitudes de Valencia y Murcia, de unos 3.500 millones y 300 millones respectivamente. En total, prácticamente la mitad del fondo para tres autonomías.

Los 5.000 millones de euros solicitados por Cataluña corresponden a refinanciación de deuda y a cubrir déficit. Según fuentes del Govern, el déficit que queda por tapar hasta finales de año asciende a unos 1.600 millones de euros, lo que representa prácticamente la mitad del ejercicio, en el que las CCAA deben cerrar en el 1,5% del PIB. Los 3.400 millones restantes corresponden a vencimientos de deuda que "no se espera refinanciar", sostienen las mismas, y que en gran medida corresponden a la amortización de 2.600 millones de bonos minoristas que vencen en noviembre. "No descartamos otra emisión", admitió Homs.

Una de las incógnitas que arrastra este rescate es saber si Cataluña tendrá que aplicar recortes adicionales por el mismo.

La Generalitat desconoce también plazos de devolución y qué tipo de interés se les va a cobrar por este préstamo, pero asumen que será caro. Pero no queda otra. Su deuda supera los 42.000 millones; los vencimientos anuales ascienden 13.500 millones, y tiene que hacer en 2013 un ajuste de 5.000 millones en medio de una descontrolada recesión. Cada vez son más organismos los que dudan de que pueda cumplir. El rescate no debe conllevar otro ajuste, "pero en estos tiempos que vivimos nadie puede descartar nada", sentenció Homs.

Os dejo aquí una interesante editorial del diario Expansión.com, a colación del rescate catalán que creo que no tiene desperdicio y no debe de pasarse por alto.

Cataluña se convierte, tras Valencia y Murcia, en la tercera comunidad en pedir -ya con todo detalle- el rescate financiero al Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómico. La Generalitat pide 5.023 millones de euros, que es la suma de un déficit por cubrir de 1.600 millones y vencimientos de deuda que no se podrían financiar de aquí a final de año. Como dijo el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, en julio: "España es nuestro banco." Pero no hay que buscar las causas del rescate autonómico sólo en el deterioro de la economía española en general y en el cerrojo de los mercados financieros

De 2003 a 2011, Cataluña ha multiplicado por más de tres veces su deuda, incluyendo empresas públicas, hasta 42.000 millones de euros. La mala gestión presupuestaria, centrada en una borrachera de gastos, aprovechando los bajos tipos de interés y el dinero fácil, durante la etapa del gobierno tripartito, dejó una herencia envenedada al gobierno presidido por Artur Mas, cuyos continuos anuncios de recortes se han mostrado insuficientes. Sería, por lo tanto, erróneo, como se pretende desde posiciones victimistas catalanas, atribuir la solicitud de rescate a los desequilibrios fiscales en la relación entre el Estado y la comunidad, como ocurre también con otras regiones. Hay razones más profundas y de calado político que deben servir para que el gobierno aproveche la ocasión para reformular el sistema de financiación, las transferencias y el control del gasto autonómico. Otro frente abierto que debe cerrarse para generar confianza.