La ayuda de los 400 € sigue en pie pero el sistema de reinserción laboral español hace aguas.

Una decisión irremediable ante un problema cada vez más grave. Mariano Rajoy confirmó ayer tras reunirse con el Rey en Marivent lo que era un secreto a voces: prorrogará la ayuda de 400 euros otros seis meses (exactamente dará 399 euros) para los desempleados que hayan agotado todas las prestaciones y subsidios. Aunque reconoció que reformará la medida para mejorar la inserción laboral de los beneficiarios. El líder del Ejecutivo quiso anunciar que aprobará este alivio para los desempleados en riesgo de exclusión social tras la pregunta de una periodista, queriendo quitarle importancia al anuncio tras la presión que ha recibido en los últimos días.

Pero la angustia es máxima. De hecho, el PSOE y diversas organizaciones sociales llevan semanas haciendo campaña para que el Gobierno aprobara esta medida. Un mes después del mayor ajuste del gasto social y de la subida de impuestos de la democracia, Rajoy ha tenido que hacer un paréntesis en la política de máxima austeridad que le imponen las autoridades comunitarias para "preservar la situación de aquellas personas que se encuentran en una situación mucho más difícil".

El nuevo subsidio que prorrogará el Gobierno es un colchón imprescindible para personas que tienen problemas hasta para la manutención básica. Ahora bien, la medida evidencia el fracaso del mercado laboral. España es el país europeo que tiene una de las coberturas al desempleo más largas de toda la UE. Además, acumula las tasas de paro más elevadas, más cerca de las estadísticas de países subdesarrollados que de las grandes potencias de la zona euro. La última Encuesta de Población Activa arroja varias cifras que asustan: la tasa de paro asciende ya al 25,6% entre mayo y junio y hay 1,7 millones de familias, cerca del 10% de los hogares, con todos sus miembros en desempleo. Subsidios como el que anunció ayer Rajoy han evitado que se produzca en España un grave estallido social como en Grecia.

En España un parado puede estar cobrando cerca de seis años (exactamente 71 meses) un subsidio, contemplando ya la prórroga del Plan PREPARA que aprobará en breve el Ejecutivo. En países como Dinamarca (que está justo detrás de España en un estudio que elaboró en 2009 un servicio de estudios del Ejecutivo francés a mitad de la crisis) un desempleado sólo puede vivir a cargo del Estado durante 4 años. En general en otros países disponen de un seguro de desempleo único y durante mucho menos tiempo. Sin embargo en España existe la prestación contributiva (que oscila entre los 487 euros y los 1.397), el subsidio asistencial (que se reduce a 426 euros), la Renta Activa de Inserción (casi de la misma cuantía para los parados mayores de 45 años, maltratadas y emigrantes retornados) y el Plan PREPARA (de 399 euros durante seis meses).

Conscientes del fracaso de este tipo de medidas, el Gobierno ya ha empezado a tocar las prestaciones de paro, aunque aún no se ha atrevido a reformarlas a fondo. El primer intento lo hizo en el último decreto de recortes, en el que redujo la cuantía de la prestación para los nuevos desempleados. ¿La razón? Incentivar la búsqueda de empleo y ahorrar en una partida que se come cerca de 30.000 millones cada año (el 3% del PIB) del Presupuesto del Estado.