Mas tensa la cuerda separatista hasta extremos desconocidos.

La escalada independentista que se está produciendo en Cataluña comienza a mostrar signos verdaderamente preocupantes. En una serie de hechos perfectamente programados por CiU, aprovechando la debilidad política y económica de un Gobierno central cada día más cuestionado por la crisis económica y un Borbón ejerciendo de Borbón (escabullendo el bulto y acobardarse en cuanto se tuercen las cosas. Normal en el hijo de un exiliado a los pies de un casino portugués y nieto de un Rey que permitió una fugaz dictadura y la caída de la Monarquía sin apenas rechistar) que parece que barre más hacia los intereses separatistas que hacia la unidad nacional, Artur Mas está dispuesto a todo y contra todos con tal de conseguir la independencia para Cataluña.

Es tanta la tensión generada que los bandos, los separatistas y no separatistas, comienzan a radicalizarse y la violencia asoma a las calles catalanas:

Hace unos días, los empresarios catalanes, con Jose Manuel Lara a la cabeza, manifestaban su preocupación por la deriva que están tomando los acontecimientos para con sus intereses y el tejido empresarial catalán. Lara, presidente del Grupo Planeta, incluso advertía que se vería obligado a trasladar su grupo empresarial a España en caso de independencia catalana. ¿Y cuál ha sido la reacción de Mas?, léanlo ustedes mismos.

Convergència i Unió (CiU) ha sido tradicionalmente el partido del mundo económico catalán, pero su giro secesionista le aleja cada día un poco más de éste. El presidente de la Generalitat y líder de esta formación, Artur Mas, entiende "perfectamente" el temor que albergan los empresarios de Cataluña ante las consecuencias de un proceso de secesión, pero ayer advirtió: "Lo primero que ha de hacer el mundo económico son estrategias para adaptarse al cambio de mentalidad del país; y esto no es imposible", aseguraba en una entrevista en La Vanguardia.

Mas se refería a la idea que postula su partido y su gobierno de convocar un referéndum para decidir si Cataluña debe independizarse de España para crear un nuevo Estado. El último sondeo del CIS catalán indica que el 74% de la población estaría a favor de una consulta.

El candidato de CiU a la reelección aseguraba ayer que "en cuatro años habrá, sí o sí, una consulta" sobre la independencia. Mas vuelve a desafiar en este punto al Gobierno -contrario al referéndum-, ya que su intención es realizar la votación a través de la ley catalana de consultas populares no refrendarias. "Se hará siempre dentro de un marco legal" y si hace falta pedirá amparo a la comunidad internacional.

En opinión de Mas, la pregunta que deberían contestar los catalanes es: "¿Usted desea que Cataluña se convierta en un nuevo estado de la UE?", aún a sabiendas de que la decisión última de la incorporación del hipotético nuevo Estado catalán no reside en los electores, sino en los 27 países miembro de la UE.

BOICOT

Mas también se refirió a la posibilidad de que se produzca un nuevo boicot a los productos catalanes, y que podría suponer un descenso de hasta cuatro puntos del PIB autonómico y la desaparición de 130.000 puestos de trabajo, según el libro Sense Espanya, de Modest Guinjoan y Xavier Cuadras. "Si perjudican los intereses económicos catalanes en el resto de España conllevará un empobrecimiento para ellos porque se jugarán puestos de trabajo, delegaciones, almacenes, fábricas, etc", amenazó en la entrevista.

Mas introdujo hace unos días un nuevo elemento a su discurso proindependencia. En una visita reciente a la fábrica de la empresa láctea ATO, animó a los catalanes a mirar "qué y quién hay detrás" de los productos que compran, con el objetivo de favorecer la adquisición de productos fabricados en Cataluña, en detrimento de otras enseñas, como las españolas.

Esta pincelada de proteccionismo contrasta con su convencimiento de que a la UE no le interesaría que un hipotético Estado catalán quedase fuera de las instituciones comunitarias y del euro. En opinión de Mas, si "hay más países donde funciona la moneda única, hay más países donde se pueden intercambiar los bienes, los servicios, las mercancías, etc". Por ahora, Bruselas ya ha dejado claro que Cataluña no entrará de manera automática a la unión.