...Y los funcionarios ganan un 40% más que el sector privado. Radiografía de un país II.

El salario medio de los funcionarios y empleados de empresas públicas está un 40,4% por encima de la media de los trabajadores del sector privado, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Estructura Salarial que el Instituto Nacional de Estadística publicó el pasado jueves. Mientras que el sueldo medio en el sector público asciende a 29.811 euros, un empleado de una empresa privada apenas gana 21. 231 euros. Es decir, la diferencia asciende a 8.570 euros.

Los funcionarios no quieren perder su reciente estatus de casta privilegiada adquirido durante la crisis.

Estos datos corresponden al año 2010, es decir, que no tienen en cuenta gran parte de los ajustes que se han hecho tanto en la administración pública como en la mayor parte de las empresas.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha puntualizado que "el grueso de los trabajadores de empresas públicas tiene un salario inferior a la media del resto de las empresas del sector privado", pero "el resultado de la encuesta del INE está distorsionado por los sueldos de los directivos", que "en muchos casos superan a la remuneración de cargos públicos, como el del presidente del Gobierno, y no pueden tomarse como referencia del conjunto".

Sin embargo, las cifras por ocupaciones apuntan en dirección contraria: los directores y gerentes cobran un 9,9% menos trabajando para la Administración que sus equivalentes en la empresa privada, mientras que las ocupaciones más básicas mejoran sus ingresos en una horquilla que va del 34,8% al 76,8%.

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Quienes están en esta parte superior son los trabajadores de servicios de restauración; los operadores de instalaciones y maquinaria perciben un 64,7% más de salario del que obtendrían en el mercado libre; y quienes trabajan en ocupaciones elementales dispondrían de una renta un 34,8% superior al que obtendrían en la empresa privada. Estos datos sugieren que el Estado podría mejorar considerablemente su partida de gastos corrientes si subcontratara a empresas privadas para ciertas actividades.

Los perfiles técnicos no están tan bien valorados: siguen mejorando la media del sector privado, aunque no obtendrían una diferencia tan alta. Los profesionales de apoyo ganarían un 4,6% más; los artesanos y trabajadores del sector industrial y manufacturero, un 16,6% más; los empleados contables y administrativos un 19,7% más; y, en el caso de las profesiones científicas e intelectuales, un 24,8% más.

... Y si al menos destacasen por eficiencia, pero no es precisamente así sino todo lo contrario.

Este tipo de variaciones evidencia varios defectos en la contratación pública. Por un lado, el ya comentado de que la Administración podría estar pagando de más a muchos empleados, con la consiguiente sobrecarga de impuestos. Por otro,el sector público podría estar perdiendo buenos profesionales, debido a que su salario en el sector privado sería mayor. Además, la rígida estructura salarial impediría pagar mejor a quienes son más productivos, lo que limitaría la eficiencia del sector público.

Por último, las escalas salariales indican donde son más necesarios los trabajadores. El sector público estaría enviando señales equivocadas al mercado, ya que ciertas categorías que apenas generan valor para la empresa privada, están bastante mejor remuneradas en el sector público, en comparación.