El gran error de Rajoy: la desmesurada subida de impuestos.

 Hace días compartía con ustedes mi mayor crítica hacia el Gobierno de Rajoy. Y no se centraba ésta en los recortes, ni mucho menos. Soy de los que piensan que un modelo de estado se debe de adecuar a su economía para un sano funcionamiento del mismo. Muchos de los que están en contra de los recortes en sanidad, por poner un ejemplo, no saben que el sueco, el alemán o el holandés se niegan rotundamente a rescatar con su dinero a un país que se permite un mejor sistema sanitario que el de ellos... y con razón se niegan. ¿Prestaríamos nosotros dinero al vecino, en plena crisis global (ningún país está para tirar cohetes salvo los BRICS), para que pudiese pagar el sueldo a sus mayordomos cuando nosotros no podemos permitirnos un asistente del hogar en nuestra propia casa?

El gran error y el gran embuste de Rajoy, según mi humilde criterio, ha sido la desmesurada subida de impuestos que ha lastrado lastimosamente al país... y mira que prometió en su campaña electoral que no subiría impuestos. Me da igual que se encontrara con una herencia envenenada, que se la ha encontrado, porque la receta debería de haber sido recortar todo gasto superfluo o prescindir de los servicios sociales menos imprescindibles antes que subir un sólo impuesto.

Curiosamente, leyendo ayer la magnífica publicación económica "Actualidad Económica" me encuentro que dicha prestigiosa revista coincide al 100% conmigo... y no somos los únicos que clamamos ante este supino error del Gobierno.

"¿Por qué nos fríe a impuestos Montoro?", se pregunta en su último número la revista Actualidad Económica. Cuando el Gobierno anunció en diciembre "un recargo temporal de solidaridad" que llevó el tipo máximo del IRPF al 52%, sólo por debajo de Bélgica (53,7%) y Suecia (56,6%), se alegó que "las situaciones extraordinarias obligan a tomar decisiones extraordinarias". El Ejecutivo se había topado con un déficit muy superior al previsto. Pero Rajoy lleva un año en La Moncloa. Ya ha tenido tiempo de enterarse de lo que le han dejado debajo de la alfombra. ¿Y qué nos ofrecen sus últimos Presupuestos? Se sube el IVA, se suprime la desgravación a la vivienda en el IRPF, se limita la deducción por amortizaciones en Sociedades, las plusvalías pasan a tributar con el marginal del IRPF, se prorroga Patrimonio, se crea un impuesto nuevo para los premios de la lotería…

CÁLIZ SOCIALISTA

"A estas alturas resulta difícil de creer que estemos ante un Gobierno liberal que se ha visto forzado por una situación límite a apurar el amargo cáliz socialista", escribe la revista. Y recuerda cómo en enero Montoro se jactaba entre risas de haber subido el IRPF. "Me río", decía, "porque hemos demostrado a la izquierda que podemos hacer un ajuste equitativo". "Como un extraño cruce entre el sheriff de Nottingham y Robin Hood", escribe Actualidad Económica, "Montoro quiere mantener el insostenible tren de gasto del Estado y pretende lograrlo asaltando a los que considera ricos".

La revista analiza los motivos del ministro. "Cree, en primer lugar, que recortar el gasto social tendría un efecto contractivo mucho mayor, porque golpearía el consumo, que supone dos tercios del PIB. Y piensa, en segundo lugar, que la tributación es una herramienta clave para preservar la cohesión". Pero, a la luz de la evidencia histórica, ¿qué posibilidades de éxito tiene su estrategia presupuestaria? La conclusión no es alentadora. La revista explica que el catedrático de Harvard, Alberto Alesina, ha examinado los ajustes aplicados en 17 países de la OCDE entre 1980 y 2005 y todos arrojan "un único y sólido mensaje: los planes basados en aumentos de los impuestos inducen largas y profundas recesiones, mientras que los basados en recortes del gasto se asocian con recesiones muy suaves y breves, en algún caso inexistentes".

LÍDERES

En cuanto a la desigualdad, España es hoy uno de los líderes europeos, pero la causa es el paro. "En estas circunstancias", se pregunta Actualidad Económica, "¿es oportuno elevar las cargas al capital y a las empresas? No parece el modo más acertado de atraer inversión y facilitar la creación de empleo. ¿Y subir el marginal del IRPF? Tampoco. Machacas a un subgrupo de la población muy pequeño y que puede irse fácilmente".

Si a ésto unimos que en España es más difícil crear una empresa que en Zambia, como desvelaba ayer el Banco Mundial en su informe para el 2013, ya tienen ustedes servida en bandeja la explicación de por qué este país tardará décadas en incorporarse al carro de los países punteros de Europa... esos que no pueden permitirse el sistema sanitario español como modelo, por poner otra vez el mismo ejemplo que puse al principio del escrito.