Los datos sobre el Déficit del Estado dan pavor. El país no mejora.

El Gobierno se mantiene firme en la idea de que cumplirá con el objetivo de déficit acordado con Bruselas y que fija un límite del 4,5% para el Estado. Sin embargo, por el momento, los datos van en la dirección del incumplimiento. El déficit del Estado alcanzó en los ocho primeros meses del año los 50.132 millones de euros, el 4,77% del PIB. Es decir, como ya ocurrió en julio supera el límite fijado para todo el año. El dato homogéneo sería el 4,26% del PIB.

España no consigue cerrar la sangría de su déficit público en este pésimo 2012.

Los datos los presentó ayer en rueda de prensa la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, quien aseguró que "todo está bajo control" y el "objetivo presupuestario se cumple" (¿quién se cree esto a estas alturas? Los mercados no, desde luego). El argumento es que la consolidación presupuestaria será mayor en los últimos tres o cuatro meses del año.

La cifra que se conoció ayer es muy similar a la del mes anterior, cuando el déficit alcanzó el 4,62% del PIB, pero un 23,8% superior a la registrado en agosto del año pasado.

El déficit del 4,77% es consecuencia de que los ingresos bajaron en un 1,7%, hasta los 60.106 millones, mientras los gastos siguieron aumentando y crecieron en un 8,5%, hasta los 110.238 millones. Un desfase que, según explicó la secretaria de Estado, se debe en parte a que las cuentas del Estado siguen estando afectadas por el adelanto en las devoluciones de impuestos y por el anticipo de recursos a otras administraciones.

El análisis detallado de los datos permite observar que el total de ingresos no financieros en el conjunto de los ocho primeros meses del año se ha incrementado un 22,8% en términos interanuales. Pero el principal responsable de este abultado repunte es el efecto de la liquidación del sistema de financiación.

Dentro de los ingresos, destaca el caso de Sociedades. La recaudación descendió un 12,2% hasta agosto, pero hay que destacar que en esta caída influye el incremento del pago fraccionado aprobado en 2011, que adelantó la recaudación. Además, en la caída de recaudación por Sociedades influye el diferente calendario de los ingresos por retenciones sobre intereses de deuda pública.

Los datos de ejecución presupuestaria reflejan también una caída del 8,4% de la recaudación por IVA hasta el mes previo a la entrada en vigor del alza en el tipo general y el reducido. Fernández Currás destacó la "moderación" en el descenso. Para apoyar su tesis, la secretaria de Estado avanzó datos de recaudación por IVA de grandes empresas. Afirmó que hasta el 20 de septiembre, la recaudación creció un 1,6% y las devoluciones sufrieron un frenazo del 7,4%, lo que se traducirá en una recaudación de 550 millones más de los esperado en términos netos.

Por el lado de los gastos, los de personal permanecieron prácticamente estables, al aumentar un 0,2% hasta los 17.727 millones de euros, lo que se explica por la congelación de sueldos públicos. Además, el pago por intereses de la deuda creció un 16,1% hasta agosto y sumó 20.312 millones.

Ayer se conoció también que la recesión está impactando de lleno en las cuentas de la Seguridad Social que, muy probablemente, en 2012 cerrará su segundo ejercicio con déficit. Al terminar agosto, el superávit del sistema de protección social era de 2.271 millones de euros, lo que supone el 0,3% del PIB. Esta cifra supone un descenso del 43,5% respecto a los 4.817 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Las cuentas de la Seguridad Social podrían ser peores, si no fuese por la aportación de Hacienda. Las transferencias crecieron en 1.440 millones de euros. Si no fuese por este hecho, el superávit de la Seguridad Social en agosto sería de 1.280 millones de euros, 73,42% menos que en 2011.