Los ahorros brillan por su ausencia. Radiografía de una crisis.

Hoy os subiré dos artículos. uno es este sobre el ahorro y en unas horas os subiré otro sobre la tasa de morosidad... entre los dos obtenemos una radiografía perfecta de la situación crítica por la que atraviesa nuestra economía.

El ahorro del sector privado atraviesa horas bajas. Las reservas que las empresas y las familias mantienen en depósitos y cuentas bancarias siguen reduciéndose mes a mes. Y en julio las fugas marcaron un máximo, y los saldos totales, zona de mínimos.

Las entidades vieron salir en julio una cifra récord de pasivo, que asciende a 25.332 millones de euros, según datos provisionales del Banco de España. Los depósitos (incluye cuentas, depósitos a plazo y con preaviso, y cesiones temporales) de las familias residentes en España cayeron 9.521 millones, hasta los 694.974 millones de euros.

Este movimiento todavía se es más acusado entre las empresas. El saldo descendió en junio 15.811 millones de euros -un importe sin precedentes- hasta situar el volumen total en 174.699 millones. Hay que remontarse a 2006 para encontrar saldos similares.

Fuentes del sector explican que estas caídas responden, en gran medida, al efecto estacional. Es precisamente en julio cuando las empresas tienen que cumplir con el fisco y pagar sus impuestos. Al mismo tiempo, las familias reducen fondos en el periodo estival para costear las vacaciones.

Junto a ello, las entidades han visto un importante trasvase de ahorro desde las imposiciones a plazo fijo hasta los pagarés (títulos de deuda a corto plazo). Sólo en julio, el saldo de pagarés en el mercado se incrementó en 9.500 millones, la mayor parte emitido por entidades.

En cualquier caso, más allá de que el efecto estacional y el auge de los pagarés pesen en las cifras, sí es un hecho que en los últimos meses el ahorro a plazo y a la vista está de capa caída. El dinero es miedoso y julio fue un mes convulso: la crisis de la deuda en Europa se intensificó y la debilidad de la banca y su saneamiento, con Bankia en el punto mira, generó gran inquietud. Durante estas semanas cobró especial fuerza la posible fuga de capitales al extranjero, especialmente, entre grandes patrimonios.

Además, en un contexto de crisis económica severa y prolongada, las familias necesitan llegar a final de mes y las empresas hacer frente a sus pagos. El sector privado está en pleno proceso de desapalancamiento, de ahí que gran parte del ahorro acumulado durante los años de bonanzas se dirija a amortizar préstamos.

LA BATALLA POR EL PASIVO

El nuevo episodio de la batalla del pasivo que se está librando actualmente busca evitar que el dinero se fugue del sistema financiero. Sin embargo, la ausencia de creación de riqueza de los últimos años complica la pretensión de la banca. Sobre todo, teniendo en cuenta que alrededor del 60% del ahorro de las familias ya está colocado en depósitos, con lo que el margen de maniobra es limitado.