El Tesoro obligado a emitir más deuda que nunca en el 2013 por el "agujero negro" de las Comunidades Autónomas.
El Tesoro Público puede presumir de haber salvado una bola de set y partido ante los mercados en la emisión de Deuda; ha logrado cubrir los 85.900 millones de euros previstos para 2012 mediante emisiones de bonos y obligaciones con casi dos meses de antelación. Además, ha colocado letras a plazos de tres, seis, doce y 18 meses por importe bruto de otros 84.000 millones.
Sin embargo, el partido prosigue y 2013 va a ser incluso más duro. Según se desprende de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el Tesoro tendrá que emitir letras y bonos por un volumen de 207.000 millones el año que viene. Pero el organismo también va a asumir las necesidades de las autonomías rescatadas. El Gobierno dotará al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) con 23.000 millones en 2013, lo que supone 5.000 más que en 2012. Además, esta dotación tendrá carácter de crédito ampliable, por lo que aumentará de forma automática si se agota antes de que acabe el año. Así aparece entre las 83 enmiendas a los PGE presentadas por el PP en el Senado.
Las Taifas autonómicas son el mayor escollo que no consiguen superar los continuos recortes aplicados
Fuentes de Economía confirmaron que los planes de que sea el Tesoro el que nutra de dinero al FLA siguen adelante. Es decir, captará el dinero en las subastas rutinarias y lo irá repartiendo a través del fondo con una prima sobre el coste de emisión.
Por lo tanto, el año que viene, el Tesoro tendrá que captar al menos 230.000 millones, lo que supone la cifra más alta de la historia, incluso superior a los 224.000 millones de 2009.
PREVISIONES
Tras esta retahíla de cifras surge la gran pregunta: ¿Será el Estado capaz de captar todo este dinero? "El volumen de emisiones que tiene que hacer España es muy significativo, aunque creo que el mercado lo absorberá", asegura Silvio Peruzzo, economista de Nomura. Sin embargo, el experto explica que "la clave será los costes de financiación a los que el Gobierno será capaz de captar ese dinero y en este contexto creemos que acabará pidiendo ayuda a Bruselas tarde o temprano ".
El presidente del BCE, Mario Draghi, se puso el traje de guardián del euro a finales de julio e indicó que hará todo lo posible para asegurar la supervivencia de la divisa. A comienzos de septiembre, anunció un nuevo programa de deuda. Eso sí, condicionado a que el país en cuestión pida primero la asistencia financiera a Bruselas. "El rescate daría una gran estabilidad a los costes de financiación y eliminaría los miedos a una espiral descontrolada de rentabilidades más altas como consecuencia a los miedos a que no se cumpla con el déficit, los problemas con la banca o la recesión", añade Peruzzo.
El simple anuncio de la institución monetaria ha provocado que la prima de riesgo española se haya reducido de forma considerable. En julio, llegó a tocar un máximo en 638 puntos básicos (con la rentabilidad del bono español a diez años por encima al 7,5%). El viernes, el diferencial cerró por debajo de 400 puntos básicos, con en el bono en el 5,3%.
El Tesoro ha acelerado las emisiones aprovechando esta mejora del sentimiento del mercado. Hasta tal punto que ya está financiando de manera anticipada las multimillonarias necesidades del año que viene. En total, 4.900 millones extra y todavía tiene que celebrar cuatro subastas más de letras y bonos antes de las uvas. El próximo jueves, de hecho, hará otra subasta de bonos con vencimiento el 31 de octubre de 2015, el 30 de julio de 2019 y el 31 de enero de 2022.
COSTES ELEVADOS
Sin embargo, el coste medio de la deuda sigue en niveles elevados en un contexto macroeconómico muy negativo. "Es evidente que será complicado captar todo el dinero del año que viene. No sé hasta qué punto España podrá asumir un coste medio del 4%, con un crecimiento económico inexistente. Fundamentalmente por esto entiendo que acudiremos al rescate. Si no fuera así, la financiación estaría sujeta a mucha volatilidad, concentrada en los plazos más cortos", señala Javier Ferrer, director de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación.
A lo largo del año se han realizado emisiones a plazos más cortos de lo habitual, adaptándose a la demanda existente, que se concentraba en plazos inferiores a los cincos años y principalmente a tres . No es casualidad. El BCE inundó el mercado con dinero a un plazo de tres años en las subastas celebradas en diciembre de 2011 y febrero de este año. En total, más de un billón de euros. "El Tesoro podría forzar un poco la emisión de letras y que se captara 100.000 millones por esta vía y otros 130.000 millones con bonos. Es una cifra importante y hay que tener en cuenta que se acude al mercado a la vez que otros países con problemas, como Italia", señala José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
GASTO EN INTERESES
Los costes de financiación están teniendo una fuerte repercusión sobre las arcas públicas. El gasto de los intereses de la deuda se ha disparado hasta los 38.590 millones de euros, es decir, casi 10.000 millones más que en 2012. Y en estos costes no se contemplaban todavía las necesidades de las CCAA. Por lo tanto, esta partida está teniendo cada vez más protagonismo en los Presupuestos. "Con los costes actuales se puede seguir captando financiación uno o dos años siempre y cuando no volvamos al escenario de julio. No obstante, el año que viene vamos a vivir episodios de elevada tensión", añade Díez.
No sólo el Tesoro va a tener que salir al mercado el año que viene a la vez que otros países con problemas. Como es habitual, el fondo creado para cubrir el déficit de tarifa eléctrica (el Fade), que también comanda el Tesoro, tiene que captar casi 5.000 millones de euros a lo largo del año de 2013 y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) tendrá que seguir levantando financiación.
Además, como se demuestra por la experiencia vivida en los últimos meses, si el Tesoro no emite en condiciones favorables, tampoco los bancos ni las empresas. Y que el sector privado pueda financiarse es clave para que la economía repunte.
Comentarios
Publicar un comentario