La sangría del paro se frena, ahora urge crear empleo.
El inédito descenso del desempleo en el mes de noviembre (en toda la serie histórica no hay precedentes de una caída del paro en el penúltimo mes del año) supone la confirmación de que la destrucción de empleo ha tocado suelo en España. Una noticia halagüeña de cara a conseguir la generación neta de puestos de trabajo, el próximo objetivo para asegurar la recuperación de la economía nacional. Sin embargo, el mercado laboral aún sigue ofreciendo señales contradictorias. El recorte de la cifra de desempleados durante noviembre en 2.745 personas, con todo muy escaso, contrasta vivamente con una nueva pérdida de 66.830 afiliados a la Seguridad Social. Es cierto que el acumulado anual supone que hay unas cien mil personas menos en paro que en noviembre del año pasado, pero también que en ese mismo periodo el número de cotizantes –el indicador más fiable de la creación de empleo– se ha reducido un 1,44% y ya supera ampliamente los tres millones de puestos de trabajo perdidos a raíz de la crisis. Es decir, que el mercado laboral español aún necesita de impulsos para pasar de destruir a crear empleo.
Para ello será determinante el catálogo de medidas que el Gobierno debe presentar en breve para profundizar en la reforma , una norma que ha servido para frenar la destrucción de puestos de trabajo (el Ejecutivo considera que se han “salvado” 400.000 empleos), pero no para recuperar la dinámica de contratación. Pero el mercado laboral no dispone ahora de la fuerza suficiente para absorber los niveles actuales de paro a corto o medio plazo, lo que explica el goteo continuo de trabajadores que se marchan al extranjero en busca de una oportunidad que no encuentran en España. Según los principales directivos empresariales consultados por PwC, serán necesarios hasta 20 años para que se vuelva a crear el empleo perdido en la economía española los últimos cinco años. Un ritmo más que insuficiente para garantizar una recuperación equilibrada y duradera.
La caída del paro en noviembre se dejó sentir con especial intensidad en la construcción y la industria, confirmando la reactivación económica que apuntan la mayoría de indicadores. Es de prever, por tanto, que el cierre de año sea también positivo, gracias a la contribución de las contrataciones reforzar las plantillas del comercio para la campaña de Navidad. Será en el comienzo de 2014 cuando la economía española deba mostrar si es capaz de volver a la senda de la creación de empleo.
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