Grecia le da una oportunidad al euro y la U.E le concede margen al país heleno.
Grecia votó ayer "sí" al euro. Después de un mes rebosante de incertidumbres, en el que el fantasma de la implosión monetaria sobrevoló los mercado europeos, los partidos favorables a seguir con la senda de ajustes impuesta por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional sumaron mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias, repetidas tras los intentos fallidos de conformar Gobierno en mayo. Nueva Democracia ganó con claridad y Pasok se mantuvo en tercer lugar. Ambos sumarían 162 escaños, 11 más de los 151 necesarios para ostentar la mayoría absoluta.
Ahora sólo les quedaría pactar entre ellos, algo probable pero nada fácil, visto el avispero político en que se ha convertido Atenas hoy por hoy. Si se cumple ese pronóstico, los comicios legislativos de ayer sirvieron para mantener al país en el euro y ganar tiempo, que esa lo único a lo que puede aspirar actualmente Grecia.
La formación conservadora Nueva Democracia ganó con claridad estos comicios. Con el 91,4% escrutado, sumaba el 29,8% de los sufragios y 129 diputados (gracias a los 50 escaños que la ley electoral helena concede a la formación más votada). Su líder, Antonis Samarás, repite así la victoria que ya consiguió el 6 de mayo, sólo que de forma algo más clara, con 3 puntos de ventaja sobre la izquierda radical (Syriza). El miedo venció a la indignación.
Por su parte, el partido socialista Pasok -capitaneado por el ex viceprimer ministro Evangelos Venizelos- quedó en tercer lugar, con el 12,4% de los votos y 33 representantes en el Parlamento.
Ambos partidos, que se han alternado en el poder griego durante los últimos tiempos, podrían pactar un Ejecutivo de coalición, tal como demandaban Bruselas y las principales casas de análisis económico. El problema es que en el seno de Pasok surgen voces que piden no pactar con Nueva Democracia si la segunda fuerza más votada, la coalición de izquierda radical Syriza, no entra en ese hipotético Gobierno.
Ambos partidos, que se han alternado en el poder griego durante los últimos tiempos, podrían pactar un Ejecutivo de coalición, tal como demandaban Bruselas y las principales casas de análisis económico. El problema es que en el seno de Pasok surgen voces que piden no pactar con Nueva Democracia si la segunda fuerza más votada, la coalición de izquierda radical Syriza, no entra en ese hipotético Gobierno.
El partido que dirige Alexis Tsipras obtuvo el 26,7% de los votos y 71 escaños. Y, por ahora, prefiere quedarse fuera de las quinielas de Gobierno, como líder de la oposición.
La alianza de Nueva Democracia y Pasok sería la más natural, ya que han sido los dos partidos que se han mostrado favorables a la línea de recortes impuesta por la troika(Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea).
Andonis Samarás, dirigente del partido conservador Nueva Democracia, se proclamó ganador pronto, cuando apenas se había escrutado la mitad de los sufragios. E invitó a las fuerzas europeístas a formar un Gobierno de salvación nacional. "El pueblo heleno ha votado por la permanencia del país en la eurozona y a favor de las fuerzas políticas que traerán empleo desarrollo y empleo", declaró ante los medios el dirigente conservador. "Para eso invitamos a todas las fuerzas que creen en eso a participar a un Gobierno de salvación nacional", añadió.
"MISIÓN NACIONAL"
Venizelos, líder del PASOK, propone con vehemencia que Syriza forme parte de la futura coalición gubernamental.
Ese mensaje iba fundamentalmente dirigido a Pasok. Pero la formación panhelénica introdujo una variable que podría dificultar las negociaciones. El líder de los socialistas, Evangelos Venizelos, propuso la formación de una gran coalición de gobierno entre Pasok, la conservadora Nueva Democracia, la coalición de izquierdas Syriza, y los moderados de Izquierda Democrática: "Si queremos una Grecia que permanezca en el euro, mañana [hoy para el lector] debe haber Gobierno", dijo ayer el líder de la tercera fuerza política del país, según informó Efe desde Atenas. Venizelos enfatizó que los partidos tienen una "misión nacional" para hacerse cargo de la economía del país.
El candidato de Syriza, Alexis Tsipras, reconoció su derrota, pero aseguró que seguirá rechazando el pacto de austeridad con la UE, como principal partido de la oposición. "Aunque Syriza no pudo ser el partido más votado, es la primera fuerza de la oposición contra el memorándum" firmado con la troika, anunció el joven dirigente progresista. "Nuestra propuesta para dar la vuelta a las políticas de austeridad es la única solución viable para Europa", insistió.
Alexis Tsipras, el líder de Syriza, se niega a participar en la senda europeísta de Samarás y Venizelos.
De esta forma, los analistas no ven muy probable que Syriza se sume a un hipotético Ejecutivo de unidad, como exige Pasok a cambio de apoyar a Nueva Democracia. "¿Por qué iba a unirse Syriza a esa coalición cuando podría dar un paso atrás y recoger todo el apoyo en unos meses, cuando este Gobierno cayera?", se preguntaba ayer Megan Greene, directora de economía europea de Roubini Global Economics.
FRAGILIDADES
Además, hay voces dentro de Pasok y Nueva Democracia que están en contra de las duras condiciones que ha impuesto la troika a Grecia. De hecho, la fragilidad interna que han demostrado los socialistas hace que este partido sea el que más tendría que perder en un Gobierno con los conservadores, que no sería la más sólida de las coaliciones. Y eso Syriza lo sabe. Por eso Venizelos quiere repartir las responsabilidades. Aunque también lo saben en Berlín y ya han anunciado que podrían flexibilizar las medidas de recortes previstas para Grecia.
Se abre la veda para pactar, con varios escenarios y con muy poco margen de tiempo. Hoy mismo deben comenzar las negociaciones, que se presentan inciertas. Lo único que queda claro es que los griegos han votado claramente a favor de continuar en el euro y no volver al dracma. Que un Gobierno europeísta lo consiga ya es harina de otro costal.
Y la U.E premia el sacrificio del pueblo heleno.
"Europa sin Grecia es como un niño sin certificado de nacimiento". Giscard d´Estaing.
En contra de lo que apuntaban todos los pronósticos, los ciudadanos griegos apoyaron ayer los planes de ajuste y, a cambio, Alemania no descarta renegociar las condiciones del rescates. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, señaló ayer que Grecia deberá seguir con el ajuste fiscal y las reformas estructurales si quiere continuar en el euro, al margen del resultado de las elecciones legislativas de ayer. Sin embargo, introdujo un matiz importante: dejó la puerta abierta a que se permita a la economía helena que ponga en marcha los recortes poco a poco para no estrangular a un país absolutamente deprimido.
Guido Westerwelle, ministro alemán de Asuntos Exteriores.
Westerwelle avisó de que "lo decisivo es que se forme un Gobierno proeuropeo que no ponga en duda todo lo que se ha acordado". En este sentido subrayó que "no puede haber cambios sustanciales en los tratados", pero ha dejado la puerta abierta a "cambios en el cronograma, pero no hay camino distinto al de las reformas". En declaraciones a una cadena de la televisión alemana, el ministro de Exteriores de Angela Merkel explicó que "si le decimos a Grecia que no importa lo que se acordó antes, entonces tendríamos un problema con los otros países europeos que adelantan disciplinadamente sus reformas". "Queremos que Grecia siga en el euro, pero cuando alguien quiere irse es difícil detenerlo", agregó.
La victoria de los conservadores, partidarios del plan de rescate, allana el camino, aunque la solución que se ha puesto sobre la mesa sólo es el comienzo de una tediosa senda. Grecia tendrá que demostrar con hechos, y no sólo con promesas políticas y discursos poselectorales, que se compromete en serio a cumplir con las exigencias de reducción del déficit que le ha impuesto Bruselas.
Westerwelle también señaló ayer que "los alemanes no pueden responder por las deudas en toda Europa" y recordó que, sólo para Grecia, Berlín ya ha puesto 40.000 millones de euros. "Hemos puesto 40.000 millones a disposición de Grecia, es dinero de los contribuyentes alemanes y habría que darles las gracias", destacó.
Jean Claude Juncker.
El Eurogrupo también dio su opinión sobre el resultado en Grecia. Su presidente, Jean Claude Juncker, dijo ayer que "ha tomado nota" de los resultados y reclamó la "rápida" formación de un nuevo Gobierno que asuma los ajustes pactados con la UE a cambio del segundo rescate. Algo en lo que coincidieron los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que también se felicitaron del "valor" de los ciudadanos griegos.
La 'troika' formada por la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) regresará a Atenas tan pronto como haya un nuevo Ejecutivo para examinar el camino a seguir.
Didier Reynders.
Por su parte, el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, afirmó que hay un "margen" para una posible renegociación de los plazos para los ajustes y las reformas acordadas con Grecia, pero eso no significa que un cheque en blanco para el país.
Reynders dijo que Europa está abierta a conversar con Grecia, "sea cual sea el Gobierno" que se forme en el país tras las elecciones de este domingo, aunque mostró su preferencia por Samarás. "Es preferible tener enfrente a gente que está dispuesta a debatir", señaló.
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