2013, el año del Sareb o banco malo.
El 2013 se presenta como el año clave para el necesario e inevitable desinfle de la perniciosa burbuja inmobiliaria que ha padecido este país. Y es que parece que no se ve fin en dicho desinfle y los analistas del sector ya aseguran que el precio de la vivienda continuará bajando (la previsión menos "alegre" sitúa la caída en un 30% hasta el 2018... la mayoría de las previsiones aún auguran caídas superiores). Además, el sector inmobiliario recibe el 2013 perdiendo las dos grandes primas que impulsaban al consumidor a comprar una vivienda en estos tiempos que corren: la deducción fiscal del IRPF y un IVA que pasa del 4%, para adquisición de primera vivienda, hasta el 10%. La ausencia de estas medidas estaban cantadas dada la poca liquidez de las arcas públicas y el énfasis que pusieron la amplia mayoría de organismos internacionales, entre ellos Bruselas, en advertir al Gobierno que mantener de forma artificial el mercado de la vivienda no traería consigo más que prolongar el inevitable reajuste de un sector, el inmobiliario, que ha pasado de ser el motor de la economía patria a convertirse en su mayor lastre.
Bajo esta tesitura, el ciudadano que se encuentre en la encrucijada de vender su vivienda en la actualidad pude echarse a llorar tranquilamente. La continua corrección de precios, siempre a la baja, y el impacto de la nueva fiscalidad comentadas serán un freno insuperable a no ser que admitan unas bajadas en el precio de sus viviendas tan sensibles que puedan amortiguar el efecto de las medidas nombradas anteriormente (que vayan concienciándose de aplicar rebajas de hasta un 30% sobre el precio que pedían unos meses atrás para poder situar su vivienda en el mercado con opciones reales de venta). Y es que esas dos medidas, la nueva fiscalidad y la corrección de precios del mercado, no son más que dos nuevas rémoras a añadir al tremendo desapalancamiento del sector privado en el que estamos inmersos y que el escaso crédito del que dispone la banca es destinado en gran parte al sector público.
En este apocalíptico marco para el sector inmobiliario va a arrancar su andadura el Sareb, el famoso "banco malo". Sareb está llamado a ser el medio por el que la banca liberará miles de millones de euros, actualmente destinados a provisionar el ladrillo en sus balances, que podrán ser destinados para conceder financiación a las familias y empresas. Eso sí, que nadie espere que ese crédito fluya de inmediato pues lo primero que harán al liberar ese dinero será asumir pérdidas con la política de descuentos que obliga a aceptar el Sareb. Una vez hayan sido asumidas y saneadas esas pérdidas será cuando veamos fluir el crédito en la banca convencional. Por otro lado, esa política de descuentos que hemos nombrado del Sareb empujará, sin más remedio, a promotores y particulares a abaratar los precios de sus viviendas si quieren venderlas... aunque pueda parecer cruel es una medida necesaria para conseguir el ansiado desinfle de la burbuja inmobiliaria que aún afecta a nuestra economía.
Y es que la burbuja inmobiliaria padecida en el país era de un calado inmenso. Ya hemos comentado en otros post que el 20-25% del PIB de España era humo... un humo localizado en el sobreprecio del ladrillo y que en la actualidad está asfixiando a la banca española, rescatada en el 2012 por la U.E, ya que dicho ladrillo se encuentra en los balances bancarios omo depositarios finales. Estamos hablando de, nada más y nada menos, 200.000 o 250.000 millones de euros... ese es el montante del ajuste con el que calculo que se podría sanear definitivamente la economía del país en un plazo no inferior a una década. Y tardaremos una década o más en desinflar la burbuja porque el excedente de viviendas supera los 2 millones de unidades... y bajo las actuales circunstancias que ya hemos nombrado se tardará muchísimo tiempo en dar salida a semejante cantidad de ladrillo. Eso sí, la purga puede resultar más o menos dolorosa según funcione el Sareb y consiga sanear velozmente a la banca infectada por el ladrillo para ésta poder reinstaurar el crédito al sector productivo que mejore la economía española de forma exponencial.
Comentarios
Publicar un comentario