Bruselas y Wall Street confirman los brotes verdes que anunciamos aquí a principios de año.
Algo ha cambiado en Bruselas. Aunque nadie niega la necesidad de seguir reduciendo el déficit y contener la deuda pública, sí se está empezando a cuestionar si el ritmo de ajustes impuesto a las economías periféricas es el adecuado y, sobre todo, si debido a esa dureza, las medidas no están teniendo el efecto contrario al deseado: minar la recuperación en lugar de cimentarla. Por eso mismo, cada vez más voces comunitarias ven probable que España reciba otra prórroga para cumplir con los objetivos de déficit. En estos momentos, el Gobierno tiene hasta 2014 para reducirlo al 3% del Producto Interior Bruto (PIB). La idea sería retrasarlo hasta 2015 o incluso hasta 2016.
Dentro de la ambigüedad que suele trufar los mensajes procedentes de Bruselas, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, abrió ayer la puerta a esa posibilidad. La decisión se tomaría tras la publicación, el 22 de febrero, de las previsiones económicas de Invierno de la Comisión Europea: "Entonces podremos juzgar mejor qué tipo de recomendación política, en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y cuál es su aplicación más inteligente para los Veintisiete, incluida España", afirmó Rehn en una conferencia.
CALENDARIO IMPOSIBLE
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En estos momentos el calendario de consolidación impuesto por Bruselas obliga a España a situar su déficit en el 6,3% del PIB en 2012, en el 4,5% en 2013 y en el 2,8% en 2014. No difícil, sino prácticamente imposible de lograr. Y eso a pesar de que el comisario también apuntó a "signos de estabilización" en la economía europea, que se han reflejado "en la caída de los costes de financiación para países como Irlanda, Italia y España". En este sentido, destacó que " tanto Italia como España han tenido subastas de bonos con mucho éxito", ha indicado.
Ya en noviembre pasado, Rehn indicó que la mejora anual estimada en el saldo estructural español estaba "en línea con el esfuerzo requerido".
Es cierto que la propia Comisión ha advertido a España de que, con las medidas anunciadas hasta ahora, el déficit en 2014 se situará en el 6,4%, más del doble de la meta fijada. Pero lo que subyace tras las palabras de Rehn es que, en el fondo, puede dar igual que el déficit nominal se dispare por encima del objetivo, siempre y cuando se deba a razones cíclicas y puntuales (como puede ser el rescate a la banca o un empeoramiento de la economía). Lo que Bruselas valora a la hora de decidir si da una prórroga es lo que denomina el "esfuerzo estructural". Es decir: si España ha adoptado medidas permanentes para equilibrar ingresos y gastos.
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Antonio García Pascual, economista de Barclays Capital en Londres, afirma que un retraso de un año está ya "más o menos descontado por el mercado", pero que podría ser peligroso retrasarlo dos años. "No es realista, ni apropiado, ni necesario, desde un punto de vista de sostenibilidad fiscal, llegar a un déficit del 3% del PIB para el 2014, aunque quizás no sea bueno retrasar más de un año ese objetivo". Además, advierte de que harían falta "medidas fiscales adicionales a las ya anunciadas por el Gobierno para alcanzar los objetivos de déficit en el 2015".
Karel Lannoo, consejero delegado del think tank europeo CEPS, cree que no queda otra opción que seguir relajando el ritmo de la consolidación fiscal. "Los políticos se han replanteado las medidas extremas. Y creo que se tomarán más pasos en esa dirección", afirma Lannoo, quien cita dos motivos: "Una evolución en el modo de analizar el impacto [de las políticas de austeridad] y la mala situación económica".
...Y el Wall Street Journal (WSJ) bendice las políticas emprendidas en el 2012.
"Spain's Pain Brings Gain".La traducción al español diluye la rima en inglés, pero lo que importa es el mensaje: "El sufrimiento de España obtiene su recompensa". Así tituló ayer The Wall Street Journal (WSJ) un artículo que explica la reciente mejora en ciertos índices económicos del país, los cuales podrían preludiar una recuperación.
El diario estadounidense alaba la "exitosa" colocación de deuda pública española (5.800 millones de euros) del pasado jueves y destaca que los intereses de los bonos a diez años "han caído por debajo del 5% por primera vez desde marzo de 2012". Se trata de la "confirmación" de que España "está recuperando la confianza de los inversores" y de su "empeño para no solicitar el apoyo de emergencia del Banco Central Europeo (BCE)".
Si bien el periódico afirma que la rentabilidad de los bonos no habría bajado sin las ya célebres palabras de Mario Draghi del pasado julio ("el BCE hará todo lo posible para salvar el euro; y, créanme, será suficiente"), y que no hay que olvidar que el desempleo sigue a un nivel "desesperadamente alto", también reconoce que "España ha hecho un considerable progreso a la hora de solucionar su crisis de deuda" y que ese es "el claro motivo de que vuelva la confianza inversora".
En concreto, el WSJ confía en que el Gobierno haya conseguido reducir el déficit en 2,5 puntos porcentuales del PIB "en medio de una profunda recesión". Principalmente a través de un ajuste en la Administración pública, "con recortes de gasto y la eliminación, hasta la fecha, de 230.000 empleos públicos".
COMPETITIVIDAD
España era el país con peor índice de competitividad de la UE en el 2010, en la actualidad (ver siguiente gráfica), un par de años después, nos encontramos en el pelotón medio tras los ajustes debidos a la intensa crisis. Pica para ampliar.
El rotativo también valora positivamente la reforma laboral, ya que "ha contribuido a romper el vínculo entre salarios e inflación, por lo que los primeros llevan estancados desde el segundo trimestre de 2012". Esta medida "ha permitido que España recupere el 80% de la competitividad perdida respecto a los demás países del euro desde 1998, según la OCDE".
Nuestra posición en el ranking europeo de la competitividad nada tiene que ver respecto al de hace dos años (ver gráfica anterior). Pica para ampliar.
A su vez, este avance competitivo ha contribuido a un "sorprendente" crecimiento de las exportaciones: la balanza por cuenta corriente se ha recuperado del déficit del 10% que sufría en 2007 y se acerca al equilibrio.
Respecto al sector financiero, el artículo saluda los ajustes y la desaparición de las cajas de ahorros, pero indica que "su mayor vulnerabilidad reside en la todavía alta dependencia de la financiación del BCE", algo que podría conducir a que "aceleren su desapalancamiento pero sigan restringiendo los créditos a las empresas".
Pese a todos estos signos positivos, el WSJ concluye que aún existen riesgos tanto en el propio país como en el resto de la eurozona. Sobre todo en cómo aborden la crisis Francia, Italia y Chipre.
No se si usted, para escribir algunas de sus explicaciones, admite " peticiones del lector"
ResponderEliminarSi asi fuera le ruego nos explique el motivo "real" de los desastres del Zapatero entre 2008 y 2009
Me refiero a lo que realmente hizo con los dineros que pidio que no solo se explican por la caida del pib
Seria bueno que seres vivos, como el "Mascota" lo pudieran ir entendiendo
Saludos