El Banco de España confirma los brotes verdes del Gobierno.

Los brotes verdes económicos que nos están vendiendo desde el Gobierno últimamente parece que esta vez no son humo electoral ni promesas vacías sin fundamentos. Eso se desprende del último informe del Banco de España, que coincide con numerosos organismos y analistas, en el que se nos advierte de que el fin de la recesión estaría más cerca y también de que se está frenando el ritmo de destrucción de empleo “más allá de lo atribuible a las contrataciones estacionales previas al periodo estival”. Esto tiene especial relevancia, ya que se ha convertido en la consecuencia más preocupante de la recesión en España, que tiene la tasa de paro más elevada de la Unión Europea.

La famosa bola que remata el edificio madrileño del Banco de España.

En el informe mensual para julio y agosto publicado ayer, el supervisor ofrece el primer dato del PIB del segundo trimestre. Asegura que “la economía española moderó significativamente el ritmo de contracción de la actividad, por segundo trimestre consecutivo”. Y, según la información disponible el PIB disminuyó un 0,1% en tasa intertrimestral frente al -0,5% entre enero y marzo. Esto sitúa la tasa interanual en el -1,8%.

El patrón de la actividad continúa siendo el mismo que en lo más profundo de la recesión: el puntal son las exportaciones. Esta ralentización de la caída se debe a la fortaleza de la demanda exterior neta, que impulsada por el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios contribuyó en 0,4 puntos porcentuales a la tasa intertrimestral del PIB.

Industria

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Estos datos han influido en la mejoría de la industria, que el Banco de España vincula con “la recuperación de las exportaciones y, en menor medida, a la reactivación de algún segmento de la demanda nacional, como puede ser el de producción de automóviles”. Eso sí, “la información disponible”, dice el Banco de España, apunta a un alivio del tono recesivo en los principales sectores productivos”.

La demanda interna, que está lastrando el crecimiento desde el inicio de la recesión, suavizó también su pauta de disminución (-0,6% frente al -0,7% de los tres meses anteriores), aunque el gasto de los hogares y de las empresas sigue estando influido por unas condiciones financieras adversas. De hecho, el consumo familiar mantuvo un tono contractivo, con una tasa de variación intertrimestral que se podría situar en el entorno del -0,4%

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En el informe mensual publicado ayer la institución que dirige Luis María Linde da otra buena noticia. Asegura que en el segundo trimestre del año “el comportamiento contractivo del empleo habría experimentado una moderación sustancial, con una caída intertrimestral estimada del 0,3%, que representaría la tasa menos desfavorable de los últimos dos años”. Además, en términos interanuales, el retroceso del empleo “se habría atenuado medio punto, hasta el -4%”.

El Banco de España destaca que “esta ralentización en el ritmo de destrucción de puestos de trabajo se extendió a todos los sectores”, y destaca la leve creación neta de empleo en los servicios de mercado.

Asimismo, avanza que “el comportamiento del paro registrado en el servicio público de empleo apuntaría a una nueva moderación de la tasa de crecimiento interanual del número de parados en el segundo trimestre, según la EPA, que podría llevar a un leve descenso de la tasa de paro en este período”.

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Los datos de la Encuesta de Población Activa se dieron a conocer hoy y ratifican punto por punto el informe del Banco de España en relación al apartado laboral... pero este será el artículo de mañana y no vamos a destriparlo hoy con el informe del Banco de España sobre la economía general del país.

Los analistas del instituto Flores de Lemus también ahondaron ayer en esta línea. Según sus previsiones, en el segundo trimestre “podría apreciarse una mejoría significativa respecto a trimestres anteriores”. La contracción anual del empleo podría suavizarse 0,7 puntos porcentuales hasta el -3,9%. Y la tasa de paro se moderaría 0,5 puntos hasta el 26,7%.

Ultraactividad

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El Banco de España también analiza la evolución de los salarios. Desde el inicio de la crisis la institución aboga por su moderación como una vía de solución. Constata que esta tendencia se mantiene. Señala que se debe “en buena medida a la reforma laboral” y avanza que los efectos de ésta “podrían intensificarse en la segunda mitad del año” como consecuencia del fin del periodo de un año de ultraactividad de los convenios laborales establecido por la reforma.