La ultraactividad que no cesa... en un país que no puede esperar más para crear puestos de trabajo.

La necesaria transformación a fondo de los vetustos convenios colectivos vigentes se está produciendo de forma progresiva. Aunque el proceso avanza más lento de lo que sería deseable, ya casi la mitad de los nuevos acuerdos se ajusta a lo estipulado en la reforma laboral sobre su vigencia: una vez caducados, sólo podrán prorrogarse durante un año. Esta limitación trataba de reparar la prórroga indefinida de los convenios colectivos tras su vencimiento, también conocida como ultraactividad, una de las deficiencias históricas del mercado laboral español. Algo a lo que hasta ahora se habían venido resistiendo las patronales y los sindicatos, opuestos al deseo del Gobierno de modernizar la negociación colectiva. No obstante, los agentes sociales dejaron vencer el plazo de un año marcado por la reforma laboral para esta adaptación sin realizar avances sustanciales para entonces. 

El pasado 8 de julio, sólo un 20% de los convenios habían sido actualizados conforme a la ley. La escasa efectividad de los cauces actuales para la negociación colectiva debería servir de base para el replanteamiento de un modelo caduco que ha mostrado ser un lastre para modernizar las relaciones laborales y la competitividad empresarial.

En ello debería incidir el Ejecutivo en el marco de la revisión de la reforma laboral que le exigen los distintos organismos internacionales y la Comisión Europea. De esta manera, se dotaría de más flexibilidad a las empresas a la hora de ajustar sus estructuras y costes, lo que, a su vez, se convertiría en una palanca para la recuperación del empleo y de la actividad económica, ya que los empresarios perderían el miedo a contratar que les atenaza en la actualidad. Este tipo de medidas tendrían una mayor incidencia entre las pymes, el grueso del tejido productivo y responsables de la mayor parte de la creación de puestos de trabajo, pues habitualmente no disponen de la capacidad suficiente para llevar a cabo una negociación de esas características con sus empleados y acaban aferrándose al convenio sectorial.