La guerra de la electricidad se recrudece.
Gobierno, oposición, grandes eléctricas y asociaciones de renovables andan a la gresca con la reforma energética emprendida en el 2013 y sus continuos retoques. Si esta semana se despachó a lo grande el presidente de Iberdrola ante los medios, no menos contundente fue Soria... y entre medias las asociaciones de renovables amenazando con piquetes y la oposición situándose, sorprendentemente, más en la posición del ejecutivo que aprovechando la entrada que les proporcionó Ignacio Sánchez Galán con su ataque directo al Gobierno a mediados de semana.
Y es que a la tremenda afirmación de Sánchez Galán asegurando que "España se ha convertido en uno de los países más ininvertibles" y prosiguiendo con la amenaza de que Iberdrola dejará de invertir en el país, El ministro Soria no le fue a la zaga en la respuesta.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, respondió ayer de forma contundente a Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Según el ministro, la reforma eléctrica del Gobierno y el hecho de que Iberdrola reduzca al mínimo sus inversiones en España no tienen nada que ver, ya que la compañía lleva reduciendo inversiones en España desde hace años.
Además, el ministro lanzó otra carta contra Iberdrola, al decir que más que las quejas de esta empresa, le preocupan “las pymes que han tenido que cerrar, en parte, por la subida del coste de la energía en un 60%. A eso es a lo que le estamos poniendo remedio desde el Gobierno”.
Iberdrola “viene disminuyendo inversiones en España, Reino Unido y en América desde el año 2009. No creo que esas disminuciones hayan tenido nada que ver, como se ha pretendido argumentar, con la reforma energética que se ha hecho en España a lo largo del año 2013”, dijo Soria a su llegada a la sede del Consejo Europeo, donde hoy se reúne con sus homólogos de la UE.
Iberdrola “viene disminuyendo inversiones en España, Reino Unido y en América desde el año 2009. No creo que esas disminuciones hayan tenido nada que ver, como se ha pretendido argumentar, con la reforma energética que se ha hecho en España a lo largo del año 2013”, dijo Soria a su llegada a la sede del Consejo Europeo, donde hoy se reúne con sus homólogos de la UE.
Soria atribuyó las declaraciones de Sánchez Galán a la “política propia de la empresa”, y aseguró que la opinión del ejecutivo español no coincide con la de los inversores extranjeros. “Cualquier opinión es en primer lugar libre y en segundo lugar, muy legítima, pero contrasta con lo que la inmensa mayoría de inversores internacionales están demostrando en relación a España [...] Debe ser, digamos, política propia de la empresa”.
Y la oposición también mandó un recado a Sánchez Galán.
El exministro socialista Carlos Solchaga dijo que si bien Iberdrola tiene “buenas razones para sentirse maltratada por las decisiones del Gobierno”, el Ejecutivo también tiene “buenas razones” para lamentar que una de las grandes empresas de España “no sea una colaboradora más eficaz”.
La secretaria de organización del PSOE y cabeza de lista a las elecciones europeas, Elena Valenciano, dijo que Galán “debería cuidar un poco más sus palabras” porque tiene “mucha responsabilidad” a la hora de generar confianza sobre la economía española.
Otros grupos que nada tienen que ver con la energía, como Orange, aprovecharon el revuelo para recordar que España merece una “confianza total”, según el director de fibra de la filial del grupo francés en España, Patrick Farges. Orange “va a seguir invirtiendo” en el país, añadió.
Los productores de renovable desentierran el hacha de guerra.
Varias asociaciones de renovables, entre ellas Appa, presidida por José Miguel Villarig; Unef, a cuyo frente está José Donoso, y Protermosolar, dirigida por Luis Crespo, acusaron ayer al Gobierno de “estafar” al sector y de querer “aniquilarlo” con la nueva regulación que recortará sus subvenciones. Según las asociaciones, la nueva propuesta normativa recortará entre 2.400 y 2.500 millones de euros sus ingresos este año.
Intentarán frenar la nueva norma “por todas las vías, incluidas las movilizaciones”. Según Unef, la pérdida en el sector fotovoltaico llevará a un tercio de las plantas al cierre. Por otra parte, Acogen, que aglutina a empresas con cogeneración, han parado plantas con una potencia de 600 megavatios (MW) y acumulan ya 1.800 MW sin actividad en un año.
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