MONTILLA Y EL ESTATUTO. Luís María Ansón.
El desprecio del pueblo catalán por su clase política, no por toda, claro, se hace patente en cada encuesta que radiografía la realidad de las provincias catalanas. Montilla habla en nombre de la ambición de una clase política que desea el Estatuto para tener más poder. Eso es todo. El pueblo catalán se siente muy satisfecho dentro de España y a lo que aspira no es al secesionismo sino a liberarse de sus políticos mediocres e incapaces. Y, además, ambiciosos y, muchas veces, corruptos.
"Cargarse el Estatut separaría más a Cataluña de España", ha declarado el presidente de la Generalidad. ¿A qué Cataluña se refiere el señor Montilla? ¿A la que en la macroencuesta realizada antes de la puesta en marcha del nuevo texto se pronunció bien a las claras? ¿A la del 95% de los catalanes a los que importaba un rábano que se preparara un nuevo Estatuto para Cataluña? ¿A qué Cataluña se refiere el señor Montilla? ¿A la que, tras dos años de parafernalia y propaganda, fue convocada para refrendar el Estatuto indeseado y ni siquiera el 50% de los ciudadanos y ciudadanas acudió a las urnas?
El Estatuto sólo interesa a la clase política catalana, que quiere mandar más. Así de cruda es la realidad. El pueblo catalán considera deleznable a una parte sustancial de su clase política. La califica de mediocre, incapaz, ambiciosa, partidista y, además, corrupta.
"Cargarse el Estatut separaría más a Cataluña de España", ha declarado el presidente de la Generalidad. ¿A qué Cataluña se refiere el señor Montilla? ¿A la que en la macroencuesta realizada antes de la puesta en marcha del nuevo texto se pronunció bien a las claras? ¿A la del 95% de los catalanes a los que importaba un rábano que se preparara un nuevo Estatuto para Cataluña? ¿A qué Cataluña se refiere el señor Montilla? ¿A la que, tras dos años de parafernalia y propaganda, fue convocada para refrendar el Estatuto indeseado y ni siquiera el 50% de los ciudadanos y ciudadanas acudió a las urnas?
El Estatuto sólo interesa a la clase política catalana, que quiere mandar más. Así de cruda es la realidad. El pueblo catalán considera deleznable a una parte sustancial de su clase política. La califica de mediocre, incapaz, ambiciosa, partidista y, además, corrupta.
Comentarios
Publicar un comentario